Los delitos informáticos se cometen mediante el uso de computadoras, sistemas informáticos u otros dispositivos de comunicación, o tienen como objetivo causar daños a estos sistemas. Los delitos más comunes incluyen estafas en la compraventa de bienes o servicios falsos, amenazas e injurias a través de redes sociales. Los delitos informáticos son difíciles de demostrar debido a la falta de pruebas y pueden cometerse rápidamente y de forma remota sin presencia física.