1. Artículo 4 “Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de
esclavos están prohibidas en todas sus formas”
La esclavitud está prohibida, según la Declaración
Universal de los Derechos Humanos (DUDDHH) en todas
sus formas. La Organización Internacional del Trabajo, en
el que se denunciaba que 29 millones las personas, en su
mayoría mujeres y niños, son víctimas de la esclavitud en
cualquiera de sus formas alrededor del mundo. Los
expertos califican esta esclavitud moderna como “la
pobreza institucionalizada” representada con diferentes
formas de servidumbre. Por ejemplo, fue en Ohio en junio
de 2013 cuando saltaba la noticia de la esclavitud a la que fue sometida una mujer discapacitada
mientras su hijo y ella permanecían secuestrados por dos años. Otro ejemplo es la esclavitud sexual y el
tráfico ilegal de personas con fines sexuales. Mauritania, Haití y Pakistán son los países en los que más
casos se producen.
Artículo 7 “Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección
de la ley (…)”
La lucha contra la discriminación puede que sea el mayor de los desafíos dentro de la protecció n de los
Derechos Humanos. A pesar de la incansable lucha en contra de la discriminación por razones de género
o de los avances que tuvieron lugar tras el Apartheid en Sudáfrica o el holocausto nazi en cuanto a la
lucha por la igualdad, convivencia y pacifismo, hay que seguir lamentando titulares que tienen a la
discriminación como protagonista. En España por ejemplo, 703 mujeres han sido asesinadas desde 2003
a manos de sus parejas o ex parejas.
Artículo 23. “Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a
condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo (…)”
El 25 de abril de 2013 otra tragedia conmocionaba al mundo: 500 personas morían y 2500 resultaban
heridas en el hundimiento de una fábrica textil en Bangladesh. Si bien es indiscutible que lo ocurrido
también puede relatarse bajo el artículo 4 de la DUDDHH sobre la esclavitud, además, debe sumársele la
cada vez más aceptada práctica de la parte más feroz de la economía: trabajar horas infinitas por un
sueldo miserable, por ejemplo por 29 € al mes, para dar placer al consumismo desenfrenado de países
desarrollados. Esta es la política de grandes multinacionales que se enriquecen gracias a la falta de
protección en las leyes de Derechos Humanos de países en
los que la responsabilidad social corporativa brilla, además
de por sus tragedias, por su ausencia. Pésimas condiciones
de trabajo, negocios bajo cuerda, y peores infraestructuras a
las que no se ponen remedio, hicieron que en noviembre de
2103 fuera otra fábrica textil bengalí la que se cobrara a
causa de un incendio, la vida de una decena de personas.