La teoría triádica explica la inteligencia humana a través de tres subteorías: la componencial, que se enfoca en el mundo interno del individuo; la experiencial, que se relaciona con los mundos interno y externo; y la contextual, aplicada al mundo externo. El desarrollo integral de la inteligencia implica el uso de habilidades como la percepción, estrategias y reflexión, las cuales se enseñan a través de la demostración, práctica y aplicación en distintos contextos.