La transición hacia una economía baja en carbono requiere esfuerzos en varios sectores clave. Estos incluyen el petróleo y gas, productos químicos, energía y servicios públicos, y minería y metales. Cada uno de estos sectores está adoptando medidas como la electrificación, captura y almacenamiento de carbono, y el uso creciente de energías renovables para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Los impulsores clave de la descarbonización incluyen las demandas de los clientes