El documento discute el desinterés social y la falta de compromiso de las nuevas generaciones hacia problemas ambientales como el cambio climático. Señala que las personas viven de forma cómoda y desconectada de los problemas del mundo real, y que a pesar de saber sobre problemas como el calentamiento global, no adoptan acciones para mitigarlo o adaptarse a él. Finalmente, argumenta que las redes sociales podrían usarse para comunicar acciones efectivas sobre este tema crucial a nivel mundial.