3. El Día de los Muertos se celebra el dos de
noviembre. Es una fiesta católica muy
popular en México. Allí las ceremonias
católicas se mezclan con elementos de
los ritos indígenas y mestizos para crear
una ceremonia colorida y llena de cariño
hacia los familiares que nos han dejado.
Por este sincretismo, la conmemoración
es alegre; la muerte se presenta como
parte de la vida. Deja así de ser temible .
4. Ofrendas (altares)
Visitas al panteón (cementerio), música
Ceremonias religiosas
Pan de muerto y comidas típicas
Calaveras de azúcar y juguetes de madera y de
papier maché
Papel picado
“Calaveras”: dibujos y también poemas
publicados en los periódicos (no se incluyen aquí).
5. Las ofrendas son altares que la gente
pone en su casa. En un lugar visible,
ponen velas, flores –cempasúchil,
especialmente--, fotos del difunto
(muerto), algunas de las cosas favoritas
de él/ella, fruta y otros adornos como
papel picado, calaveras de azúcar o de
chocolate y pan de muerto.
6. En algunos lugares --en Oaxaca, por
ejemplo-- en los altares para las mujeres
se pone un rebozo (shawl) como abrigo
para su alma (soul), para protegerla del frío.
Si el altar es para un hombre, se ponen
monedas (coins) para que él pague las
deudas (debts) que tenía al morir.
7.
8. Porque las almas pasan mucho tiempo en
la oscuridad, las familias que esperan la
visita del alma de su difunto lo ayudan
poniendo un camino de pétalos de flores
de cempasúchil. El cempasúchil es de un
amarillo fuerte y brillante, fácil de ver.
9. Las almas
de los
muertos
pueden ver
los pétalos
fácilmente
para regresar a su
casa. Allí
espera el
altar que la
familia
tiene para
ellas.
10. Las ofrendas se preparan varios días antes
del dos de noviembre. El día 2, las familias
van al panteón. Si tienen tiempo, pasan allí
muchas horas. Algunas familias llevan las
comidas y bebidas favoritas del difunto para
compartirlas. Otras simplemente llevan las
comidas y las bebidas para dejarlas (leave) en
la tumba del difunto. También llevan juguetes
y dulces para los niños.
11. Las calaveras de azúcar o de chocolate
son las favoritas de los niños.
12. Tiene forma ovalada porque se cree que ésa es
la forma del alma. El óvalo de pan se decora con
huesos de pan. Según la tradición, los muertos
comen la esencia del pan cuando vienen a visitar
a sus seres queridos.
16. “Para los antiguos mexicanos la oposición entre muerte
y vida no era tan absoluta como para nosotros. La vida
se prolongaba en la muerte. Y a la inversa. La muerte
no era el fin natural de la vida, sino la fase de un ciclo
infinito.” (Octavio Paz, El laberinto de la soledad)
Por otra parte, para Nezahualcóyotl (1402-1472), arquitecto,
poeta y señor de Texcoco, la vida era [es] una fase
transitoria. Todo en la vida era [es] perecedero (perishable).
Para él, no estamos en la tierra para siempre, sólo por
corto tiempo. A continuación sigue un poema de él.