La eutanasia puede ser directa o indirecta. La eutanasia directa acelera la muerte de un paciente con enfermedad incurable mediante fármacos letales o la suspensión de tratamiento, mientras que la eutanasia indirecta intenta aliviar el dolor aunque pueda acelerar la muerte. Algunas religiones y códigos médicos se oponen a la eutanasia. Países como Holanda, Bélgica y México tienen leyes que permiten formas limitadas de eutanasia pasiva pero no activa.