El documento es el diario de un soldado estadounidense llamado Aron Smith que fue reclutado para luchar en la Primera Guerra Mundial. Se despide tristemente de su familia y viaja a Europa donde experimenta las horribles condiciones de las trincheras y la alta probabilidad de morir. Al final de la guerra, solo quedan cadáveres en el campo de batalla y Aron comprende que la guerra no sirve para nada. Regresa a casa feliz de reencontrarse con su familia, aunque nunca podrá olvidar el infi

1. Primera Guerra mundial
diario de un Soldado
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2. Mi nombre es Aron Smith, tengo 27 años y contaré la historia que cambió mi
vida. . .
Hoy me reclutaron junto con muchos más de mi pueblo, Jackson, Mississippi.
No existen palabras para expresar la tristeza que siento.
Tengo miedo. No quiero dejar a mis tres hijos (Charlotte, Thomas y Faith).
¿Cómo sobrevivirán ellos y mi esposa sin mi aquí? ¿Qué sentirán ellos al saber
que los dejaré? Ni si quiera puedo imaginármelos al irme…

3. Acabo de despedirme de mi familia. Les he prometido volver sano y
salvo.
La tristeza impregna sus rostros, sus lágrimas caen una y otra vez...
Le he pedido a Thomas que cuide de su madre y hermanas…

4. Me pasó a buscar una camioneta de la milicia.
Fueron las cinco horas más largas de mi vida, hasta que llegamos a la
capital, Washington D.C. Desde allí abordamos un inmenso barco, que nos
dirigía hacia Europa.
Al llegar al puerto nos volvieron a subir a otro camión el cual nos llevo a un
galpón donde pasaríamos la noche. Había más de 150 literas.

5. Los primeros meses fueron muy duros, nos
encontrábamos desorientados, asustados, expectantes y
alertas de todo cuanto sucedía alrededor...

6. La vida en las trincheras era sumamente difícil. Me tocó una o dos veces
estar en el frente. Las trincheras estaban más activas por la noche.
Varios de mis compañeros fallecieron dentro de las trincheras, quedando sus
cuerpos allí, ya que nadie los retiraba…
Una mezcla de impresión, impotencia, horror, era lo que sentía al ver sus
cadáveres, sin que nadie hiciera nada por ellos, pensando que el próximo
podía ser yo….

7. La comida no era muy variada, nuestra dieta estaba
basada en:
Carnes saladas y secas envasadas en latas, pan duro,
raciones de azúcar, té, café y chocolates.

8. «El frente es una jaula en la que hay que esperar,
ner viosos, los acontecimientos…vivimos en plena e intensa
incer tidumbre.
Desper tamos a medianoche. Truena la tierra. Sobre
nosotros un terrible fuego. Nos apretujamos en los rincones.
Podemos distinguir proyectiles de todos los calibres….
Tiembla el subterráneo. Toda la noche es un rugido y un
relámpago….. Todos nos damos cuenta de cómo la gruesa
metralla va arrancando los bordes de la trinchera…. Se
mezclan al fuego de la ar tillería explosiones de minas.
Ninguna tan horrenda convulsión como la frenética
sacudida que producen….
Estoy tendido en un embudo enorme…. Tengo hundidas las
piernas en agua hasta el vientre….»
En M. Remarque: Sin novedad en el frente.

9. Al terminar todo ese largo tiempo solo habían
muertos en el campo de batalla. El suelo inundado
de sangre y tristeza. Esa imagen cambió
totalmente mi forma de pensar acerca de la
guerra. Lo único que puedo decir es que la guerra
es tan solo una perdida de tiempo, un mal gaste
de energía, algo que no sirve de nada, para
nadie…

10. No tiene explicación la sensación de
felicidad que sentí cuando arribé a mi
país…la emoción de volver a ver a mi
familia, abrazarlos, y sentir todo su
afecto….
Sé que no olvidaré jamás el infierno que
viví, pero tengo fe en que mi familia me
ayudará a sobrellevar estos horribles
recuerdos….