La dieta mediterránea se basa en una dieta variada y equilibrada que incluye desayunos ligeros como zumo, café y tostadas con aceite y tomate, meriendas de fruta, almuerzos principales en compañía como gazpacho y lentejas con choricito, pescado frito como plato típico costero, sobremesa con roscos y torrijas, siesta para descansar y cenar tapas de Almería con cervezas para quitar el calor antes de terminar con café y copa.