Paul Valery ve al cuerpo humano como multidimensional y capaz de moverse en el espacio que le rodea. El documento analiza el cuerpo desde diferentes dimensiones ontológicas: el cuerpo para sí, que es la imagen física que uno tiene de sí mismo; el cuerpo para otros, que es la imagen que los demás ven; y el cuerpo interior, que es la construcción abstracta del sujeto a través de experiencias y memoria. El documento sugiere que estas dimensiones también se pueden aplicar al análisis de la construcción del sujeto masculino y femenino.