El autor presenta su postura sobre la filosofía de Zea, comparándola con la teoría de las ideas de Platón y los planteamientos de Bondy. Para el autor, la filosofía debe surgir del contexto y la realidad de cada lugar, por lo que la propuesta de Zea de hacer filosofía desde América Latina es la más adecuada. Al separar nuestra realidad de nuestro pensamiento, estaríamos imitando la perspectiva europea en lugar de desarrollar un pensamiento propio.