El documento es un discurso dirigido a educadores en el que se expresan varios deseos y se destaca la pasión de los maestros por enseñar. Se desea que no se generalice sobre los docentes, que se cumplan las promesas de equidad y capacitación, y que se permita cuestionar y opinar sin represalias. También se destaca que los maestros asumen múltiples roles como actores, amigos, psicólogos y familia sustituta, y que forjar ciudadanos es una gran responsabilidad que requiere vocación y am
1. Autoridades, docentes, familias, señoras y señores. 20 junio Palacio Cultural de Sonsonate
Buen día.
Pido tres cosas a Dios, que nos cuide, que nos proteja nos ilumine.
Me otorgaron el honor y la responsabilidad de hablar en nombre de todos y todas
(como se dice últimamente).
¿Qué nos hace maestros?
La historia nos cuenta que ni las didácticas, ni los gobiernos, ni las políticas educativas,
ni los edificios, ni las crisis han podido con nosotros… entonces ¿qué es?
Deseamos que no nos metan a todos en la misma bolsa del diez.
Deseamos que a toda la comunidad le moleste, le incomode las generalizaciones de los
medios de comunicación cuando hablan, despectivamente, de “los docentes” y “la”
educación pública.
Deseamos que nos den lo que nos prometieron cuando nos hablaban de equidad,
justicia, dignidad y capacitación permanente en servicio.
Deseamos que no nos hablen de IMPOSIBLES. ¿No saben que las utopías y los
imposibles son los desafíos y los motores que, día a día, nos mueven a la acción?
Deseamos que la escuela pueda dedicarse a enseñar y no a tapar o rellenar agujeros
sociales que no les corresponden.
Deseamos que todos y todas podamos hacer lo mismo que enseñamos: opinar, criticar,
cuestionar, peticionar,… pensar realidades de distinto modo sin miedos, censuras ni
amenazas de sanciones.
Deseamos no terminar una jornada quebrados por la impotencia o agobiada con la
burocracia.
Deseamos que a alguien le importe nuestras palabras…
Dicen también que somos esa especie rara que en un solo día se transforma en actor,
amigo, enfermero, psicólogo, entrenador, hallador de objetos perdidos, familia
sustituta, kiosquero, cocinero, portero, político y defensor de la ética y la fe.
Dicen además que tenemos una pizca de locura y mucha pasión. Pasión.
Pasión por enseñar, por rodearnos de libros para estudiar y aprender primero
nosotros.
2. Para trabajar a unos ojos curiosos, miradas atentas, sonrisas cómplices, retos o
penitencias que nos desgarran el alma.
Tardes de domingo robadas a nuestros hijos para planificar una unidad, una jornada,
una secuencia o simplemente una actividad.
Manos secas por los plumones, la tiza, que hablan, se mueven y acompañan la
explicación… Manos llenas de caricias que entregan el corazón.
¡Somos tan afortunados! Vemos la vida, las ideas y las esperanzas nacer cada minuto
dentro del aula… Vemos el futuro y lo modelamos.
Forjar a los ciudadanos del mañana no es una tarea menor. Asumir tal responsabilidad
solo lo pueden hacer personas con una sólida vocación de servicio y amor por los niños
y jóvenes. Los grandes genios, los líderes mundiales y los ciudadanos de bien no serían
lo que son sin las valiosas enseñanzas y el ejemplo de grandes educadores que
dedicaron su tiempo para hacer de este un mundo mejor.
Para todos los educadores, aquellos que decidieron dedicar su vida a tan noble labor,
este mensaje en su día y nuestros mejores deseos