3. L a a l e t a d e l a b a l l e n a j o r o b a d a
LA BALLENA jorobada adulta mide y pesa más que un autobús, y
aun así, este colosal mamífero se sumerge y da giros en el agua
con sorprendente agilidad.
¿Cómo lo logra? Parte del secreto está en la forma de sus aletas.
La mayoría de las ballenas y demás cetáceos tienen aletas con el
borde delantero liso. En el caso de la ballena jorobada, en
cambio, el borde tiene una serie de protuberancias llamadas
tubérculos. Dichas protuberancias canalizan el agua y la dividen
en múltiples vórtices, o remolinos, creando turbulencia.
4. Este “efecto tubérculo” le da a la ballena mayor impulso, lo
cual le permite girar las aletas en ángulos más pronunciados sin
“atascarse”. Además, reduce la resistencia al agua, un
importante beneficio en vista de lo largas que son las aletas
(casi un tercio de la longitud del cuerpo de la ballena).
Los investigadores están valiéndose de este concepto para
diseñar timones, turbinas de agua, molinos de viento y aspas de
helicóptero más eficientes.
5.
6. La trompa del elefante
Un equipo de investigadores está desarrollando un brazo robot
flexible y muy ágil. Este nuevo brazo “supera por mucho a los
actuales sistemas industriales automatizados”.
¿En qué se inspiraron? En la anatomía de la trompa del elefante.
La trompa del elefante —que pesa unos 140 kilos— ha sido
llamada “el apéndice más útil y versátil del planeta”. Esta
herramienta multiuso sirve de nariz, tubo para sorber líquidos,
brazo y mano. Gracias a ella, su dueño puede respirar, oler, beber,
sujetar cosas e incluso emitir trompetazos ensordecedores.
7. La trompa está formada por unas cuarenta mil fibras musculares
que posibilitan el movimiento en cualquier dirección. Con ella, el
elefante puede levantar desde una moneda pequeña —usando la
punta— hasta objetos de 270 kilos.
Los investigadores esperan que su intento por imitar la estructura y
capacidad de la trompa del elefante resulte en robots industriales y
domésticos superiores a los actuales que permitan por primera vez
a seres humanos y máquinas interactuar sin riesgos”.
8. Los llamativos colores metálicos de las alas de ciertas mariposas
varían dependiendo del ángulo desde el que se miren. En un caso, el
color es tan puro e intenso que puede verse a unos 800 metros
(media milla) de distancia.
¿Por qué es tan sorprendente? Las alas de la mariposa Papilio blumei
presentan hileras de pequeñas concavidades que reflejan la luz de
diversas maneras: el centro refleja la luz amarilla y la verde; y los
costados, la azul.
9. La luz que llega al centro de cada concavidad es reflejada
directamente, mientras que la que llega a los costados rebota sobre
una superficie de múltiples capas, lo cual amplifica y polariza
parcialmente —o hace rotar— las ondas luminosas. La mezcla final se
llama color estructural debido a la complejidad del proceso que la
genera.
A los investigadores les tomó diez años producir una réplica
simplificada de la superficie del ala de la mariposa. Esperan que este
avance lleve a la creación de billetes y tarjetas de crédito más difíciles
de falsificar, así como de celdas solares más eficientes. Sin embargo,
imitar el diseño en cuestión es un verdadero desafío. El profesor
Ullrich Steiner, del Centro de Nanociencia de la Universidad de
Cambridge, escribe: “A pesar de la detallada comprensión que tienen
los científicos de los fenómenos ópticos, la paleta de colores de la
naturaleza es tan rica que a menudo supera cualquier efecto óptico
generado mediante la tecnología”.
10.
11. E l p l uma j e d e l p i n g ü i n o emp e r a d o r
El pingüino emperador puede moverse
como una bala por el agua y salir
disparado hacia el hielo.
¿Cómo lo logra? El pingüino
emperador ahueca sus plumas a fin de
atrapar aire y aislarse del frío
extremo. Pero ese aire también le
permite moverse dos o tres veces más
rápido en el agua. Un grupo de
biólogos marinos cree que lo
consigue liberando el aire en forma
de miles de burbujitas que reducen la
fricción superficial y aumentan la
velocidad.
12. Los ingenieros están buscando maneras de aumentar la
velocidad de los barcos usando burbujas para reducir la fricción
en el casco. No obstante, reconocen que “no será nada fácil
recrear el complejo plumaje del pingüino con membranas o
mallas porosas hechas por el hombre”.