El documento denuncia el asesinato de Florencia Romano y exige justicia y la renuncia de funcionarios responsables. Reclama a la policía por no investigar una llamada al 911 sobre violencia de género y al poder judicial por no tomar una denuncia por desaparición. También critica los discursos culpabilizadores de las víctimas y pide capacitación en perspectiva de género a funcionarios y medios de comunicación.