Satanás era originalmente un querubín protector que Dios puso en el Edén para cuidarlo. Sin embargo, se ensoberbeció y quiso ser como Dios, por lo que fue arrojado de su posición. Aunque ya había sido creado el hombre, Satanás aún podía presentarse ante Dios como lo hizo con Job. Satanás engañó a Eva para que desobedeciera a Dios, iniciando así el pecado en la humanidad. Jesucristo vino para deshacer las obras de Satanás y derrotarlo definitivamente.
1. ¿Donde se paseaba Satanás? ¿Cuando fue echado Satanás del
cielo; antes de hacer al hombre o después?
Isaías 14:
12 ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de
la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú
que debilitabas a las naciones.
13 Tú que decías en tu corazón: Subiré al
cielo; en lo alto, junto a las estrellas de
Dios, levantaré mi trono, y en el monte
del testimonio me sentaré, a los lados del
norte;
14 sobre las alturas de las nubes subiré, y
seré semejante al Altísimo.
15 Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los
lados del abismo.
16 Se inclinarán hacia ti los que te vean, te
contemplarán, diciendo: ¿Es éste aquel
varón que hacía temblar la tierra, que
trastornaba los reinos;
Lucas 10:
18 Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del
cielo como un rayo.
Instrumento: Pastor Orangel Carrasquillo Peña
2. Satanás era un querubín protector que se paseaba por el Edén de Dios
hasta que se halló en él maldad = ya el hombre había sido creado
antes que Satanás el querubín protector fue arrojado a la tierra
Ezequiel 28:
13 En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de
cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y
oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día
de tu creación.
14 Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste;
en medio de las piedras de fuego te paseabas.
15 Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se
halló en ti maldad.
16 A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste;
por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego,
oh querubín protector.
17 Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa
de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que
miren en ti.
18 Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste
tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te
puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran.
3. La batalla fue en el cielo y luego fue arrojado a la tierra, pero ya
el hombre había sido creado.
Apocalipsis 12:
1 Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y
sobre su cabeza una corona de doce estrellas.
2 Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento.
3 También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete
cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas;
4 y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el
dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan
pronto como naciese.
5 Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue
arrebatado para Dios y para su trono.
6 Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten
por mil doscientos sesenta días.
7 Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y
luchaban el dragón y sus ángeles;
8 pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo.
9 Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual
engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.
10 Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el
reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador
de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.
11 Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de
ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.
12 Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del
mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco
tiempo.
4. Ejemplo de eso es en el tiempo de Job
Satanás entraba entre los hijos de Dios
Job 1
6 Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los
cuales vino también Satanás.
7 Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondiendo Satanás a Jehová,
dijo: De rodear la tierra y de andar por ella.
8 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro
como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado
del mal?
9 Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde?
10 No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo
de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado
sobre la tierra.
11 Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema
contra ti en tu misma presencia.
12 Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano;
solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de
Jehová.
5. Otro ejemplo es el de Josué en la visión de Zacarías y
Satanás el acusador
Zacarías 3:
1 Me mostró al sumo sacerdote Josué, el cual estaba delante del ángel
de Jehová, y Satanás estaba a su mano derecha para acusarle.
2 Y dijo Jehová a Satanás: Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová que
ha escogido a Jerusalén te reprenda. ¿No es éste un tizón arrebatado
del incendio?
3 Y Josué estaba vestido de vestiduras viles, y estaba delante del ángel.
4 Y habló el ángel, y mandó a los que estaban delante de él, diciendo:
Quitadle esas vestiduras viles. Y a él le dijo: Mira que he quitado de ti
tu pecado, y te he hecho vestir de ropas de gala.
5 Después dijo: Pongan mitra limpia sobre su cabeza. Y pusieron una
mitra limpia sobre su cabeza, y le vistieron las ropas. Y el ángel de
Jehová estaba en pie.
Sumo sacerdote, que también se llama Jesúa = Josué (Esd 3.2), hijo de
Josadac. Con su ayuda se restauraron el altar y el culto (Esd 3.1-7). La
visión del sumo sacerdote se encuentra en Zac 3, y su simbólica
coronación en Zac 6.9-15.
6. Satanás se paseaba por el Edén y engaño a Eva, le inculco o
persuadió ser como Dios = lo que había en su corazón
Genesis 3:
2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del
fruto de los árboles del huerto podemos
comer;
3 pero del fruto del árbol que está en medio
del huerto dijo Dios: No comeréis de él,
ni le tocaréis, para que no muráis.
4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No
moriréis;
5 sino que sabe Dios que el día que comáis
de él, serán abiertos vuestros ojos, y
seréis como Dios, sabiendo el bien y el
mal.
6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para
comer, y que era agradable a los ojos, y
árbol codiciable para alcanzar la
sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y
dio también a su marido, el cual comió
así como ella.
Isaías 14:
12 ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo
de la mañana! Cortado fuiste por
tierra, tú que debilitabas a las
naciones.
13 Tú que decías en tu corazón: Subiré al
cielo; en lo alto, junto a las estrellas de
Dios, levantaré mi trono, y en el monte
del testimonio me sentaré, a los lados
del norte;
14 sobre las alturas de las nubes subiré, y
seré semejante al Altísimo.
15 Mas tú derribado eres hasta el Seol, a
los lados del abismo.
16 Se inclinarán hacia ti los que te vean,
te contemplarán, diciendo: ¿Es éste
aquel varón que hacía temblar la tierra,
que trastornaba los reinos;
7. Pero Jesucristo vino ha deshacer las
obras de Satanás
Romanos 16:
19 Porque vuestra
obediencia ha venido a
ser notoria a todos, así
que me gozo de
vosotros; pero quiero
que seáis sabios para el
bien, e ingenuos para el
mal.
20 Y el Dios de paz
aplastará en breve a
Satanás bajo vuestros
pies. La gracia de
nuestro Señor Jesucristo
sea con vosotros.
Hebreos 2:
14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y
sangre, él también participó de lo mismo, para
destruir por medio de la muerte al que tenía el
imperio de la muerte, esto es, al diablo,
15 y librar a todos los que por el temor de la muerte
estaban durante toda la vida sujetos a
servidumbre.
16 Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino
que socorrió a la descendencia de Abraham.
17 Por lo cual debía ser en todo semejante a sus
hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel
sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para
expiar los pecados del pueblo.
18 Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado,
es poderoso para socorrer a los que son tentados.
1 Juan 3:
8 El que practica el pecado es del diablo; porque el
diablo peca desde el principio. Para esto apareció
el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.
8. Verifiquemos plenamente con este ejemplo del
Faraón, lo que fue Satanás
Eze 31:1 Aconteció en el año undécimo, en el mes tercero, el día primero del mes, que vino a mí palabra de
Jehová, diciendo:
Eze 31:2 Hijo de hombre, di a Faraón rey de Egipto, y a su pueblo: ¿A quién te comparaste en tu grandeza?
Eze 31:3 He aquí era el asirio cedro en el Líbano, de hermosas ramas, de frondoso ramaje y de grande altura, y su
copa estaba entre densas ramas.
Eze 31:4 Las aguas lo hicieron crecer, lo encumbró el abismo; sus ríos corrían alrededor de su pie, y a todos los
árboles del campo enviaba sus corrientes.
Eze 31:5 Por tanto, se encumbró su altura sobre todos los árboles del campo, y se multiplicaron sus ramas, y a
causa de las muchas aguas se alargó su ramaje que había echado.
Eze 31:6 En sus ramas hacían nido todas las aves del cielo, y debajo de su ramaje parían todas las bestias del
campo, y a su sombra habitaban muchas naciones.
Eze 31:7 Se hizo, pues, hermoso en su grandeza con la extensión de sus ramas; porque su raíz estaba junto a
muchas aguas.
Eze 31:8 Los cedros no lo cubrieron en el huerto de Dios; las hayas no fueron semejantes a sus ramas, ni los
castaños fueron semejantes a su ramaje; ningún árbol en el huerto de Dios fue semejante a él en su
hermosura.
Eze 31:9 Lo hice hermoso con la multitud de sus ramas; y todos los árboles del Edén, que estaban en el huerto
de Dios, tuvieron de él envidia.
Eze 31:10 Por tanto, así dijo Jehová el Señor: Ya que por ser encumbrado en altura, y haber levantado su
cumbre entre densas ramas, su corazón se elevó con su altura,
9. Eze 31:11 yo lo entregaré en manos del poderoso de las naciones, que de cierto le
tratará según su maldad. Yo lo he desechado.
Eze 31:12 Y lo destruirán extranjeros, los poderosos de las naciones, y lo derribarán; sus
ramas caerán sobre los montes y por todos los valles, y por todos los arroyos de la
tierra será quebrado su ramaje; y se irán de su sombra todos los pueblos de la tierra,
y lo dejarán.
Eze 31:13 Sobre su ruina habitarán todas las aves del cielo, y sobre sus ramas estarán
todas las bestias del campo,
Eze 31:14 para que no se exalten en su altura todos los árboles que crecen junto a las
aguas, ni levanten su copa entre la espesura, ni confíen en su altura todos los que
beben aguas; porque todos están destinados a muerte, a lo profundo de la tierra,
entre los hijos de los hombres, con los que descienden a la fosa.
Eze 31:15 Así ha dicho Jehová el Señor: El día que descendió al Seol, hice hacer luto,
hice cubrir por él el abismo, y detuve sus ríos, y las muchas aguas fueron detenidas;
al Líbano cubrí de tinieblas por él, y todos los árboles del campo se desmayaron.
Eze 31:16 Del estruendo de su caída hice temblar a las naciones, cuando las hice
descender al Seol con todos los que descienden a la sepultura; y todos los árboles
escogidos del Edén, y los mejores del Líbano, todos los que beben aguas, fueron
consolados en lo profundo de la tierra.
Eze 31:17 También ellos descendieron con él al Seol, con los muertos a espada, los que
fueron su brazo, los que estuvieron a su sombra en medio de las naciones.
Eze 31:18 ¿A quién te has comparado así en gloria y en grandeza entre los árboles del
Edén? Pues derribado serás con los árboles del Edén en lo profundo de la tierra;
entre los incircuncisos yacerás, con los muertos a espada. Este es Faraón y todo su
pueblo, dice Jehová el Señor.
10. Satanás fue arrojado a la tierra después que el hombre fue creado, ya que
cuando el Espíritu se paseaba por la faz de la tierra estaba desordenada y
vacía, no se sigan cometiendo errores de interpretaciones personales
Génesis 1:
1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las
tinieblas estaban sobre la faz del abismo,
y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz
de las aguas.
3 Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.
4 Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios
la luz de las tinieblas.
5 Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas
llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana
un día.
6 Luego dijo Dios: Haya expansión en medio
de las aguas, y separe las aguas de las
aguas.
7 E hizo Dios la expansión, y separó las aguas
que estaban debajo de la expansión, de
las aguas que estaban sobre la expansión.
Y fue así.
8 Y llamó Dios a la expansión Cielos. Y fue la
tarde y la mañana el día segundo.
Apocalipsis 12:
7 Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y
sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el
dragón y sus ángeles;
8 pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en
el cielo.
9 Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente
antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual
engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y
sus ángeles fueron arrojados con él.
10 Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora
ha venido la salvación, el poder, y el reino de
nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha
sido lanzado fuera el acusador de nuestros
hermanos, el que los acusaba delante de nuestro
Dios día y noche.
11 Y ellos le han vencido por medio de la sangre del
Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y
menospreciaron sus vidas hasta la muerte.
12 Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos.
¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque
el diablo ha descendido a vosotros con gran ira,
sabiendo que tiene poco tiempo.
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