Enrique López Viejo retrata su juventud en la España de la Transición, desde su crianza en una familia burguesa en Valladolid hasta su vida bohemia en Barcelona en la década de 1980. Influenciado por Baudelaire, López Viejo se sumerge en el mundo de las drogas, el sexo y la amistad, aunque más tarde se aleja de los alucinógenos. A través de este recuento personal, López Viejo ofrece una mirada íntima a una época clave de la historia española
Hablar de Andrés Caicedo es adentrarse en un estilo sugestivo y siempre novedoso. En este artículo se intenta demostrar que el asombro, la rebeldía y la acción política son algunos de los elementos que se pueden encontrar en la obra del escritor caleño.
Hablar de Andrés Caicedo es adentrarse en un estilo sugestivo y siempre novedoso. En este artículo se intenta demostrar que el asombro, la rebeldía y la acción política son algunos de los elementos que se pueden encontrar en la obra del escritor caleño.
Carmen Rigalt escribe un artículo en la contraportada de El Mundo, donde menciona a Fundación Banco Santander como entidad iniciadora de la recuperación de Elena Fortún, ahora que Nuria Capdevila y María Jesús Fraga reeditan obras de ella. Las dos expertas literarias también fueron antólogas del libro 'El camino es nuestro' (https://www.fundacionbancosantander.com/es/el-camino-es-nuestro).
Obra de Sor Juana Inés de la Cruz, (San Miguel Nepantla, (1651 / 1695) fue una religiosa católica, poeta y dramaturga novohispana. Por la importancia de su obra, recibió los sobrenombres de El Fénix de América y La décima Musa.
Libro pps edición 2009 de www.interlectores.com
Reportaje sobre 'Darse. Autobiografía y testimonios', el libro que dedicamos a Victoria Ocampo en nuestra Colección Obra Fundamental. Una escritora "sin máscaras ni artificio", cuya vida "es un monumento al sentimiento femenino y al humanismo".
Descúbrela en #LiteraturaFBS: https://www.fundacionbancosantander.com/es/darse-autobiografia-y-testimonios
Carmen Rigalt escribe un artículo en la contraportada de El Mundo, donde menciona a Fundación Banco Santander como entidad iniciadora de la recuperación de Elena Fortún, ahora que Nuria Capdevila y María Jesús Fraga reeditan obras de ella. Las dos expertas literarias también fueron antólogas del libro 'El camino es nuestro' (https://www.fundacionbancosantander.com/es/el-camino-es-nuestro).
Obra de Sor Juana Inés de la Cruz, (San Miguel Nepantla, (1651 / 1695) fue una religiosa católica, poeta y dramaturga novohispana. Por la importancia de su obra, recibió los sobrenombres de El Fénix de América y La décima Musa.
Libro pps edición 2009 de www.interlectores.com
Reportaje sobre 'Darse. Autobiografía y testimonios', el libro que dedicamos a Victoria Ocampo en nuestra Colección Obra Fundamental. Una escritora "sin máscaras ni artificio", cuya vida "es un monumento al sentimiento femenino y al humanismo".
Descúbrela en #LiteraturaFBS: https://www.fundacionbancosantander.com/es/darse-autobiografia-y-testimonios
Cuatro relatos escritos por Flaubert cuando tenía entre 15 y 16 años. Son: Bibliomanía, Quidquid volueris, Los acróbatas y Sueño infernal, los tres últimos inéditos en español. Traducción: Ana Isabel Fernández Rubio. Ilustración: Sara Huete. Prólogo: Marta Cerezales Laforet.
Hombres y mujeres corrientes se ven sometidos a la merma de sus facultades de forma congénita, por enfermedad o accidente. Los avances científicos, impulsados por un filántropo millonario, los convierte, no tanto en válidos, como en superválidos. Aunque no todo es la felicidad que se promete...
Tercer poemario del escritor vitoriano que se publica en la colección 'Ultima Thule', de El Desvelo Ediciones. Será presentado el 24 de septiembre de 2014 en Casa del Libro, de Vitoria, a las 19.00 horas.
Información sobre 'Manuel para embaucadores (o para aquellos que pretendan serlo)', de Walter Serner, uno de los padres fundadores del movimiento Dadá. El libro está compuesto por 600 aforismos. Ilustración: Carmen Quijano. Traducción: Luisa Gutiérrez
Información sobre las dos nouvelle de Charles Asselineau, biógrafo de Baudelaire: 'El infierno del músico/El infierno del bibliófilo'. Traducción: Guillermo López Gallego. Ilustración: Sara Huete. Colección: Postcards.
Dossier sobre el próximo lanzamiento de El Desvelo Ediciones: dos nouvelles de Baudelaire que estarán disponibles en librería el 21 de octubre. La fanfarlo y El joven hechicero
La primera novela del finés Jari Ehrnrooth traducida al español es 'Más cerca que cerca'. Una historia de amor, la de Paul e Iman. Con traducción de Luisa Gutiérrez Ruiz e ilustración de cubierta por Pablo Gallo. Fue publicada en 2007 por la editorial finesa Kirjapaja (Taller del Libro).
La arquitectura paleocristiana y bizantina son dos estilos arquitectónicos distintivos que se desarrollaron en la historia del arte y la arquitectura.
La arquitectura paleocristiana se refiere al estilo arquitectónico que surgió en los primeros siglos del cristianismo, desde aproximadamente el siglo II hasta el siglo VI. Este estilo se caracteriza por el uso de elementos como columnas, arcos, bóvedas y cúpulas, a menudo incorporando influencias de la arquitectura romana. Las iglesias paleocristianas tempranas solían ser de planta basilical, con una disposición longitudinal y un énfasis en la simplicidad y la funcionalidad.
Por otro lado, la arquitectura bizantina se desarrolló a partir del siglo VI en el Imperio Bizantino (el antiguo Imperio Romano de Oriente) y continuó hasta la caída de Constantinopla en 1453. Este estilo se caracteriza por el uso de cúpulas, arcos de medio punto, mosaicos elaborados, columnas esbeltas y una profusión de detalles ornamentales. Las iglesias bizantinas suelen tener una planta centralizada, con una cúpula central que domina el espacio interior.
Ambos estilos arquitectónicos reflejan la evolución del arte y la cultura durante períodos históricos específicos y han dejado un legado duradero en la historia de la arquitectura occidental.
Las características principales de la arquitectura paleocristiana son:
1. Planta basilical: Las iglesias paleocristianas tempranas tenían una planta basilical, es decir, una disposición longitudinal con una nave central y dos laterales.
2. Simplicidad y funcionalidad: El énfasis en la simplicidad y la funcionalidad era una característica importante de la arquitectura paleocristiana. Las iglesias solían ser espacios sencillos y sin adornos excesivos.
3. Uso de elementos romanos: La arquitectura paleocristiana incorporaba elementos de la arquitectura romana, como columnas, arcos y bóvedas.
4. Uso de cúpulas: Aunque no tan comunes como en la arquitectura bizantina, algunas iglesias paleocristianas también incluían cúpulas.
Las características principales de la arquitectura bizantina son:
1. Cúpulas: La arquitectura bizantina se caracteriza por el uso de cúpulas, que pueden ser grandes y dominantes en el espacio interior.
2. Arco de medio punto: Los arcos de medio punto son comunes en la arquitectura bizantina, tanto en las cúpulas como en los espacios interiores.
3. Mosaicos elaborados: Los mosaicos eran una forma de decoración muy importante en la arquitectura bizantina. Estos mosaicos solían representar escenas religiosas y eran elaborados y coloridos.
4. Columnas esbeltas: Las columnas en la arquitectura bizantina suelen ser delgadas y altas, dando una sensación de ligereza y elegancia.
5. Detalles ornamentales: La arquitectura bizantina está llena de detalles ornamentales, como motivos geométricos, cruces, hojas de acanto y otros elementos decorativos.
Estas son solo algunas de las características principales de cada estilo, pero es importante tener en cuenta sus difere
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Los muros paramétricos son una herramienta poderosa en el diseño arquitectónico que ofrece diversas ventajas, tanto en el proceso creativo como en la ejecución del proyecto.
Unidad_2_B8_Land_Art.(1).pptx land art fotografia artefusiongalaxial333
El Land Art es un movimiento artístico surgido a finales de los años 60 y principios de los 70, en el que los artistas utilizan el paisaje natural como medio y materia prima para sus obras. A menudo, estas obras son de gran escala y se integran en su entorno de manera que alteran el paisaje de forma temporal o permanente. Aquí algunos puntos clave sobre el Land Art:
1. 1El Desvelo Ediciones Sc | C/ Tres de Noviembre, 10-1ºB 39010 Santander (Cantabria) | Telf: 667 666 836
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La culpa fue de Baudelaire | Enrique López Viejo
La culpa fue de Baudelaire
ISBN:978-84-942688-3-0
IBIC: BM, BGA, 3JKJ
Extensión: 208 páginas
PVP: 18 euros
Distribuye: UDL Libros
(www.udllibros.com)
Presentación: Santander, 15 diciembre
Enrique López Viejo
Madrid, 1958
Obra anterior:
La vida crápula de Maurice Sachs,
Pierre Dreu La Rochelle,
Tres rusos muy rusos,
Francisco Iturrino, memoria y semblanza
Novedad
1 de diciembre
El Desvelo Altoparlante}{
E
NRIQUE LÓPEZ VIEJO (Valladolid, 1958), autor de espléndidas biografías
como las de Pierre Drieu La Rochelle y Maurice Sachs, vive ahora retirado
en la isla de Mallorca, dedicado a escribir y recordar. Con sus recuerdos
de juventud ha dado forma ahora a un libro fresco e intenso en el que retrata una
juventud que vivió en primera persona, la que se hizo adulta en plena Transición
y que hubo de pasar por una Transición espiritual propia bajo la mano, luego
repudiada, del pensamiento bohemio de un maldito, Baudelaire. En La culpa fue
de Baudelaire, López Viejo habla de sus experiencias con las drogas, las mujeres
y la amistad... pero sobre todo de la vida y del ansia de libertad.
2. 2 El Desvelo Ediciones Sc | C/ Tres de Noviembre, 10-1ºB 39010 Santander (Cantabria) | Telf: 667 666 836
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La culpa fue de Baudelaire | De qué se trata
3. 3El Desvelo Ediciones Sc | C/ Tres de Noviembre, 10-1ºB 39010 Santander (Cantabria) | Telf: 667 666 836
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L
A CULPA FUE DE BAUDELAIRE es la quinta obra de Enrique
López Viejo en la que, a diferencia de sus entregas anteriores, el escritor
vallisoletano se convierte en personaje de sí mismo, al que ausculta
sin piedad. Tras sus biografías sobre los aristócratas ácratas rusos o personajes
como Drieu La Rochelle, Maurice Sachs y Francisco Iturrino, López Viejo vuelve
con el personaje que mejor conoce, él mismo, y narra con fluidez y pasión sus
años jóvenes, aquellos que le llevaron desde su origen en el seno de la burguesía
vallisoletana a vivir el cambio político y social de la Transición en diversos
escenarios. Hay numerosas publicaciones que retratan este fascinante período de
la Historia española pero pocas que lo hagan desde la intrahistoria y en primera
persona, dado que muchos de estos protagonistas anónimos desaparecieron
víctimas de las drogas o por otras razones. De este modo, las memorias de juventud
de Enrique López Viejo narran cómo fue la Transición pegada a tierra: mujeres,
universidad, drogas... y Baudelaire, a quien el autor atribuye su querencia por il
dolce far miente, los paraísos artificiales y el vértigo hacia el abismo que amenazó
con llevar su vida a la ruina. Superviviente de su propia filosofía existencial,
López Viejo lo cuenta ahora con la lucidez, no exenta de nostalgia, que produce
el desencanto. La obra, que cuenta con un prólogo de Juan Antonio González
Fuentes y un epílogo de Luis de León Barga, ha sido publicada dentro de la
colección Altoparlante, dedicada a la no ficción y la memorialística, como es
el caso. Será presentada por su autor en en el Ateneo de Santander el 15 de
diciembre, iniciando de este modo un periplo por diversas ciudades españolas.
4. 4 El Desvelo Ediciones Sc | C/ Tres de Noviembre, 10-1ºB 39010 Santander (Cantabria) | Telf: 667 666 836
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La culpa fue de Baudelaire | El autor
N
acido en Valladolid (1958), en el seno de una
familia burguesa, Enrique López Viejo es licenciado
en Geografía e Historia, por la universidad de su
ciudad natal. Tras un breve paso por la docencia, emprendió
negocios diurnos y nocturnos, retirándose hace una década de
toda actividad que no fuera literaria. Suyos son los libros Tres
rusos muy rusos, sobre la ajetreada vida de Herzen, Bakunin
y Kropotkin, Pierre Drieu La Rochelle, magnífico retrato del
polémico escritor francés, el no menos espléndido libro La vida
crápula de Maurice Sachs, otro oscuro, pero no menos fascinante
personaje de la Europa de la primera mitad del siglo XX, así
como la biografía de Francisco Iturrino. Enrique López Viejo
actualmente reside en Mallorca.
5. 5El Desvelo Ediciones Sc | C/ Tres de Noviembre, 10-1ºB 39010 Santander (Cantabria) | Telf: 667 666 836
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La culpa fue de Baudelaire | Sinopsis
L
a culpa fue de Baudelaire’ retrata la infancia, adolescencia y primera
juventud de Enrique López Viejo, desde el hogar familiar en una
Valladolid imbuida de religiosidad y Barroco, hasta la Barcelona de la
Transición y primeros años de la década de los 80. Entre Los 400 golpes y Al
final de la escapada, López Viejo retrata con sabiduría y fina ironía no solo
sus años mozos sino una época en la que muchos de sus conocidos y amigos
vivieron y murieron rodeados de excesos de todo tipos. En ese breve lapso
de tiempo, que media entre el salón del hogar y el nuevo rumbo a su vida
que imprime en Mallorca es de lo que trata este libro, estructurado en ocho
capítulos y un colofón. Se abre en Valladolid, en la vivienda familiar en donde
reinan las mujeres y los primeros
colegios a los que acude. Como
bachiller tiene ya decidido vivir como
dios de bien sin dar un palo al agua.
Sorprendentemente lo consigue y
aprueba las asignaturas. Bajo el influjo
de Baudelaire, entra en la universidad
en donde se abren ante él dos mundos
que explora con fruición: las mujeres
y los estupefacientes. Con aventuras
como su detención en Marruecos o su vida en Barcelona, a caballo entre las
clases en la montaña y una casa abierta a los más peculiares visitantes, vive
López Viejo el postfranquismo. La culpa fue de Baudelaire va de música, de
ismos, de estética y ética beat, de lecturas y escepticismos, va de los sinsabores
que producen la pérdida de amigos y seres queridos, un bagaje existencial
que el autor adquirió con sus veintipocos años. López Viejo es un hombre ya
rodado entonces y aquí acaba la historia. Lo que vino después es materia de
otro libro.
6. El Desvelo Ediciones Sc | C/ Tres de Noviembre, 10-1ºB 39010 Santander (Cantabria) | Telf: 667 666 836
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Hay algunas frases que no sabes si son
tuyas o de otros, citas que recogiste y
olvidaste apuntar el autor de la misma.
Ésta que tengo en un cuaderno junto a mí
me gusta, creía que era de Chateaubriand,
de sus Memorias de ultratumba, obra,
autor y personaje que
me enamoran. Pero
me dice mi buen
amigo JU, profesor
de Derecho Político
en la Universidad
de Zaragoza, que
estoy confundido,
que él también
había deparado
en estas frases en
la lectura de los
famosos ensayos
del francés Montaigne, maestro
de todos, y que son de éste y
no de aquel. Dice Miguel de
Montaigne: «quiero que se me
vea en mi forma simple, natural y ordinaria, sin
contención ni artificio, pues yo soy el objeto
de mi libro», una declaración de intenciones
que rubrico en este capítulo en el que estoy
contando algunos sucesos vividos, en el que
me confieso sincero. Nadie necesita leer estas
cosas y yo ni siquiera escribirlas. Pero es una
manera de entretenerse y pasar el tiempo. A mí
el tiempo me sobra en parte, no tengo grandes
obligaciones ni quehaceres, aunque no quiero
dejar que pase sin mi intervención. Lo cierto es
que a pesar de los pesares, no quiero sufrir el
tictac del reloj y sí mantener «la impaciencia del
corazón», un buen título de Stefan Zweig. ¿Una
soportable levedad? Una insoportable levedad.
Otro título bellísimo.
Página 78
«Quiero que se me vea en
mi forma simple, natural y
ordinaria, sin contención ni
artificio, pues yo soy
el objeto de mi libro»
Con la inmersión en la bohemia, cada vez
fue menor mi preocupación por estos
asuntos. Los diletantes, los que carece-
mos de vocación definida, nos gustan muchas
cosas, pero nada demasiado, nada nos gusta in-
tensamente, nada nos conmueve a entregarnos
a ello. De igual forma como ocurre en los estu-
La culpa fue de Baudelaire |
Extractos
“
7. El Desvelo Ediciones Sc | C/ Tres de Noviembre, 10-1ºB 39010 Santander (Cantabria) | Telf: 667 666 836
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dios, lo tenemos difícil para encontrar interés en
los hombres, las cosas o los hechos. Aunque de
natural seamos sociales y generalmente bienhe-
chores, también surge el sentimiento contrario,
el afán de marginalidad. Igualmente, solemos
carecer de una ideología social y política defi-
nida. Alguien dijo con mucha gracia que no te-
nía ideología, pero tenía una gran biblioteca, y
que cuando se tiene una gran biblioteca es im-
posible tener una ideología. Ser diletante es an-
dar entre distintos amores, vagar entre múltiples
intereses, ser un promiscuo sensible. Esta multi-
tud de amores, su vaga dispersión, no nos suele
llevar a adquirir importantes conocimientos. Es
una pena.
Página 100
«Cuando se tiene
una gran biblioteca
es imposible tener
una ideología»
En alguna ocasión tomamos estramonio,
algo más que horrible, cosa de brujas as-
querosas, y también los hongos y semillas
sudamericanas que, en ocasiones, acompañaban
a los ácidos que venían de Ámsterdam y de sabe
Dios dónde. Un mundo, el de los alucinógenos,
que nunca me gustó y que cada semana trastor-
naba a alguno. Fueron muchos los que destro-
zaron su cabeza con su consumo, los confundi-
dos suicidas que se tiraron al tren, los que se
quedaron majaras perdidos. Más tarde, tendría
una novia destrozada por un solo ácido ingeri-
do. Mi desafectación de los alucinógenos me re-
sulta fácil explicarla. Es simple: me gusta más la
realidad que la ficción. Y la química clandestina
siempre me ha dado miedo. Me gustan más los
laboratorios y las batas blancas por muy sucias
que puedan estar, que los aquelarres, los conju-
ros con escobas o con esos duendes que solo
me invitan a darles una patada.
Página 104
«Baudelaire nos presentó a
románticos y decadentes, los
venenos, los bebedizos y los
amores salvajes.
Pernicioso Charles»
Un abordaje al mundo de la droga que mu-
chos remataron con el bordado de brazos
envenenados por la heroína en el final de
los setenta y luego, en el inicio de los ochenta,
con la mierda de la cocaína. Ciertamente, fueron
tiempos surrealistas, no éramos conscientes, éra-
mos absolutamente inconscientes, de lo que es-
tábamos haciendo, de sus consecuencias, no sa-
bíamos un lema epicúreo fundamental, que el
mayor placer no es el más intenso, sino el más
sostenible. Nosotros fuimos engañados por los
insidiosos Baudelaire, sus secuaces y herederos,
fuimos unos idiotas redomados, lástima no haber
leído antes a Epicuro.
Digo que la culpa de todo la tuvo Baudelai-
re, y ello es bien cierto. La culpa de buena parte
de lo que sucedió después, fue por la grandísi-
ma influencia del poeta francés, modelo que nos
buscamos los letra-heridos cursis, inoculados por
su veneno. Fue por su culpa, por su grandísima
culpa. Baudelaire nos presen-
tó a románticos y decadentes,
los venenos, los bebedizos y
los amores salvajes. Pernicio-
so Charles.
Página 147
“
8. 8 El Desvelo Ediciones Sc | C/ Tres de Noviembre, 10-1ºB 39010 Santander (Cantabria) | Telf: 667 666 836
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E
nrique López Viejo rememora en estas
páginas crudas y peculiares al López Viejo
que dejó de existir hace ya muchos años, y
también los escenarios y decorados que sirvieron
como telón de fondo a sus idas y venidas. El autor,
además de haberse entretenido con la escritura,
desea que el recorrido por esa vida
suya no se pierda de toda memoria y,
a ser posible, que su relato al menos
permanezca en el recuerdo de algu-
nos amigos. Aunque puestos a pedir,
tampoco le importaría que estas
páginas sirvan de entretenimiento y
de aprovechable documento históri-
co a partir de ahora mismo. Pero lo
singular y valioso de la propuesta de
López Viejo no radica en su propó-
sito (a todas luces ajustado a la más
convencional ley del deseo de per-
manencia), sino en su resultado y en
los mimbres con los que el memoria-
lista partió para alcanzar su objetivo. Me explico.
E
n La culpa fue de Baudelaire López Viejo
cuenta los primeros veintipocos años de su
existencia, un recorrido vital en el que a la
mayoría de las personas no le da tiempo a reali-
zar nada «memorable», o dicho de otra manera,
nada digno de quedar registrado en las páginas
de un libro. Esos veintipocos años principalmente
transcurrieron en una grisácea y levítica capital
de provincia y en el seno de una digna familia de
clase media durante los años finales del franquis-
mo y la casi totalidad de nuestra Transición a la
democracia.
A
lo largo de su vida López Viejo ha sido
un tipo de oficios varios, revelándose en
la madurez como autor de estupendas
biografías, pero no es un escritor que goce del
prestigio y el reconocimiento público de los con-
sagrados. Tampoco obtuvo notoriedad en ningu-
no de los dos principales campos de acción que
se abrieron a los de su edad en aquella época: la
política alternativa o de oposición antifranquista y
la contracultura en cualquiera de las muchas for-
mas que entonces adoptó. En resumidas cuentas,
López Viejo no encaja en el perfil que mayorita-
riamente ofrecen los miembros de su generación
que hasta ahora han plasmado en libro, desde la
relevancia política o contracultural, la atmósfera
de aquella época. Y a mi juicio aquí reside uno de
los principales valores de estas memorias: en ellas
se cuenta la vida cotidiana, anhelos y queren-
cias de un sensible y espabilado universitario de
provincias durante los estertores del franquismo
y la llegada de la democracia a España. Y se hace
desde una perspectiva novedosa, muy poco pre-
sente en la bibliografía al uso. ¿Qué perspectiva?
No desde luego la de quien a toda costa deseaba
participar en los nuevos tiempos políticos o en la
creciente vida cultural «progre» y «alternativa».
Y sí la de quien aspiraba a la vida bohemia y a ser
un diletante; la de quien buscaba lo sublime desde
el escepticismo más absoluto; la de quien preten-
día no aburrirse ni un minuto y conocer mundo,
aunque siempre desde una cierta marginalidad;
la de quien prefería no hacer mañana lo que se
pudiera dejar para pasado mañana; la de quien se
inclinaba por lo libertino y no por lo libertario; la
de un esnob con tendencias dandi; la de quien no
estaba dotado ni para la disciplina ni para la fru-
galidad y sí para la tentación y el hedonismo; la de
quien prefería el Barroco y la sutileza sensible del
Rococó a cualquier expresión de la Modernidad
o la vanguardia; la de quien estaba mucho más
interesado en unas faldas que en las fraternidades
anticapitalistas; la de quien en-
tonces anhelaba ser beat, pues
todo lo beat era una amalgama
indefinida de contestación al
orden establecido.
La culpa fue de Baudelaire |
Prólogo. Juan Antonio González Fuentes
“ “
9. 9El Desvelo Ediciones Sc | C/ Tres de Noviembre, 10-1ºB 39010 Santander (Cantabria) | Telf: 667 666 836
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E
stas memorias de Enrique López Viejo son
el cuaderno sentimental de una juventud
que por diversas razones se ha asomado
poco a las estanterías de las librerías españolas,
donde menudean, dentro de la misma época, los
artífices de la Transición o los antifranquistas
militantes en sus diferentes variables.
Y esto es algo que ocurre también en
otros géneros literarios, como la novela
o el ensayo. Tal vez una de las causas
sea que muchos de sus protagonistas
murieron antes de poder hacerlo. O
sencillamente, una vez convertidos en
sobrevivientes, no les apeteció recordar
lo que no les dejaba en un buen lugar.
E
n La culpa fue de Baudelaire
Enrique López Viejo traza un
sendero que va desde su infancia
hasta los años finales de la Universidad, es decir
desde la década de los sesenta hasta el inicio de
los ochenta del siglo pasado. Es el suyo un reco-
rrido largo aunque condensado en un centenar
de páginas bien escritas, ágiles y amenas. Como
todos los viajes menudean los paisajes humanos y
geográficos diversos, lo mismo que en un recodo
podemos reírnos y en otro entristecernos con las
vicisitudes de algunos personajes que aquí apare-
cen.
L
a cartografía que Enrique dibuja en estas
páginas empieza con una rememoración de
una vida familiar de clase media en el Va-
lladolid de los años sesenta, y donde rodeado de
tías y familiares, este niño tardío hace un poco de
su capa un sayo mientras la indolencia se conjuga
con su pasión por la lectura. Al principio la histo-
ria familiar tiene algo de una antigua revisitación
no tanto a una Arcadia feliz como a un punto
de partida para situar al personaje y hacerse la
pregunta clave de estas memorias:
P
or qué acabamos en las antípodas para lo
que fuimos enseñados de niños? Cierto es
que nuestro héroe se distancia de su con-
torno pues sus gustos nada tienen que ver con las
vanguardias y surrealismos que abrazan los com-
pañeros de generación como modelos estéticos.
Pero ello no le libra de participar de una forma
activa en algunos de los excesos de quien le
acompañan en ese momento. Suyo es también el
carpe diem de unos jóvenes que rompen barreras
y disfrutan de las primeras libertades tras cuaren-
ta años de dictadura franquista.
S
on los jóvenes nacidos entre mediados de
los años cincuenta y sesenta del siglo pasa-
do y donde la música, el sexo y las drogas
fueron el común denominador de todos ellos,
junto al hedonismo, la contestación y la ruptura
con el pasado. Sin embargo, muchos acabarían en
una marginalidad buscada donde la droga será el
flautista de Hamelin que les conducirá al despe-
ñadero.
L
a culpa pudo ser de Baudelaire u otros
héroes del romanticismo negro que fueron
tomados por modelos como dice metafóri-
camente Enrique, pero ese enigma que se desen-
rolla ante nuestros ojos, pues no se trata de dar
respuestas sino de formular preguntas entre un
pasado más o menos perfecto y un presente im-
perfecto, crea un raro contraste. Y por eso resulta
extraño y sugestivo este libro.
La culpa fue de Baudelaire |
Epílogo. Luis de León Barga.
“
10. El Desvelo Ediciones Sc | C/ Tres de Noviembre, 10-1ºB 39010 Santander (Cantabria) | Telf: 667 666 836
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Otros títulos
El Legado del Barón
1. B, Alberto Santamaría
2. Lola Dinamita, Rebeca Le Rumeur
3. Los que duermen juntos, Autores Varios
4. La partida, Rax Rinnekangas
5. Un fracaso ineludible y otros relatos, José Ramón San Juan
6. Manual para embaucadores (o para aquellos que pretendan serlo),
Walter Serner
7. El perseguido, Daniel Guebel
8. Un poco de paz, Kepa Murua
9. Más cerca que cerca, Jari Ehrnrooth
10. El devorador íntimo, Eduardo Gruber
11. Elevación, Henri Barbusse
12. Rojo perla, Jesús Pardo
13. Mujeres que caminan sobre hielo, Gloria Ruiz
14. Disjecta membra, Alberto Hontoria Maceín
*
;
Última Thule
1. Cosas que solo suceden cuando a ti te pasan, Javier Fernández Rubio
2. Cuaderno de Saì Gòn, Pablo Escribano Ibáñez
3. Contraataque, Siegfried Sassoon
4. Cadenas de búsqueda, Javier Moreno
5. Seis desnudos. Pedro Tellería
}{
1. Rax Rinnekangas. Fabricando ladrillos de luz para la casa de Ícaro,
Javier Fernández y Mada Martínez
2. La querella oculta. Jeff Wall y la crítica de la neovanguardia,
Víctor del Río
&
c
A
Postcards
1. El infierno del bibliófilo/El infierno del músico,
Charles Asselineau
2. La Fanfarlo/El joven hechicero, Charles Baudelaire
3. Bibliomanía y optras obras de juventud, Gustave Flaubert
r
Altoparlante
1. El mundo que sentí cercano, Jesús Cabezón
Malentendido
1. La educación de las hijas, Mary Wollstonecraft
2. Olivier o el secreto, Claire de Duras