El documento describe cómo el personaje de Drácula se convirtió en un ícono del terror a través de la síntesis de datos históricos y antropológicos por parte de Bram Stoker en su novela. La figura se basó en el cruel gobernante rumano Vlad Tepes, conocido como "el Empalador". Posteriormente, películas como Nosferatu y las interpretaciones de Bela Lugosi ayudaron a popularizar y dar forma a la imagen de Drácula en la cultura popular.