La educación en la primera infancia es crucial para el desarrollo de los niños, especialmente aquellos con discapacidades. Los gobiernos deben reconocer su importancia y apoyar a los padres, quienes son los principales educadores de sus hijos en las primeras etapas. Se necesitan estrategias para identificar tempranamente a los niños con discapacidades y evaluar sus necesidades específicas a fin de brindar el apoyo adecuado.