Ejercicios para practicar con el procesador de textos OpenOffice

1. EJERCICIOS DE OPERACIONES CON DOCUMENTOS
Crear un documento nuevo con el siguiente texto:
LAS ESTRELLAS ESTRELLADAS
Cuando Dios creó el mundo agrupó a las estrellas para que se diesen calor y no se
sintieran solas; pero las estrellas eran unas chismosas que cuchicheaban todo el día y
se reían de los angelotes rosados y gordezuelos y se burlaban de los que aún no
habían conseguido sus alas. Y el ángel portero, que llevaba toda una eternidad
advirtiéndoles que ese comportamiento no era el apropiado, no tuvo más remedio que
dispersarlas con su escoba. Las estrellas salieron disparadas una a una y ocuparon los
distintos puntos del firmamento.
Guardarlo con el nombre estrellas en la carpeta ejercicios de Mis
documentos.
Añadir este párrafo:
Como ya no pueden comunicarse se mandan su luz y, a través de sus destellos, siguen
riéndose de los angelitos sin alas. Y los hombres creen que han visto una estrella fugaz
que les concederá un deseo.
Guardarlo con la opción Guardar como y el nombre estrellasII en la carpeta
ejercicios de Mis documentos.
Cerrar el documento actual y salir de OpenOffice.
Abrir el documento estrellasII.

2. EJERCICIOS DE EDICIÓN DE TEXTO
Con el documento estrellasII, se van a practicar los desplazamientos, la
selección del texto, cortar, copiar, pegar y deshacer.
Además se va a ver el botón de carácter no imprimible.
EJERCICIOS DE FORMATO DE TEXTO Y PÁRRAFO
Copia el siguiente texto y aplica las siguientes características de formato:
• Fuente: Verdana
• Titulo: Tamaño 18, negrita, centrado y color azul, énfasis 1 y oscuro
50%
• Texto: Color rojo, tamaño 14
• Palabras:
o fábula - negrita
o mujer de provecho – subrayado
o sindicato – negrita
o reivindicar sus derechos como personaje literario – subrayado
o Samaniego – negrita, cursiva y azul oscuro, texto 2, claro 40%
o ¡Ya estaba bien de broma! – negro, texto 1, claro 25%
LA LECHERA DE LA FÁBULA
La lechera de la fábula había crecido y se había convertido
en una mujer de provecho y estaba cansada y harta de que
siempre se le derramase la leche por el suelo. Eso ya no era
serio dada su edad. De jovencita resultaba gracioso; pero
ahora ya no lo toleraba. Y decidió ir al sindicato y reivindicar
sus derechos como personaje literario que era y exigir un
recipiente hermético y bien cerrado para que, de allí en
adelante, no se derramase nunca más ni una sola gota de
leche. ¡Ya estaba bien la broma! Y Samaniego que
dormitaba en el limbo se despertó sobresaltado y acabó
comprendiendo que los tiempos habían cambiado.