Este documento explica el origen etimológico de la palabra "aborto", que proviene del latín "abortus" y significa la interrupción o malogro de un proceso o actividad. Luego describe los efectos de la inyección de sal muerta, un método de aborto que envenena al feto de 19 semanas, causándole quemaduras en la piel y una muerte lenta y dolorosa por más de una hora.