2. • En las Naciones Unidas el 22 de marzo es el Día Mundial del Agua. No
esperamos que la gente interrumpa sus quehaceres y guarde un
minuto de silencio, pero quizás debería hacerlo. Cada 20 segundos
muere un niño como consecuencia de enfermedades relacionadas
con la falta de agua potable. Eso arroja la escandalosa cifra de 1,5
millones de jóvenes vidas truncadas cada año.
3. • En el mundo, más de 2.500 millones de personas viven en
condiciones pésimas de higiene y saneamiento. Ayudándoles
haríamos algo más que reducir el número de muertes; también
contribuiríamos a proteger el medio ambiente, paliar la pobreza y
promover el desarrollo. La razón es que el agua es fundamental para
gran parte de la labor que realizamos con esos fines.
4. • El agua es esencial para la supervivencia. A diferencia del petróleo, no
hay sustitutos. Pero hoy en día los recursos de agua dulce se están
aprovechando casi al máximo de su capacidad. El crecimiento
demográfico exacerbará el problema, al igual que el cambio climático.
Cuanto más crece la economía mundial, más sed de agua tiene
5. • No se trata de una cuestión de ricos o pobres, del norte o del sur.
Ante la celebración de los Juegos Olímpicos, China está desviando
centenares de millones de metros cúbicos de agua a una ciudad como
Beijing, propensa a la sequía, pero se prevé que la escasez continuará
durante años. En América del Norte, el enorme caudal del río
Colorado rara vez llega al mar. La falta de agua afecta a una tercera
parte de los Estados Unidos y a una quinta parte de España.