El documento habla sobre el auge de los "bullshitters" y predicadores en el entorno mediático del Web 2.0, donde las ideas de corto alcance y la falta de atención para una reflexión madura dominan. Estos actores se benefician de aplicaciones de escritura colaborativa e inteligencia colectiva que potencian su protagonismo. El documento cita a Frankfurt, quien señala que una de las características más destacadas de los "bullshitters" es que no les importa si lo que dicen es verdadero o falso.