Aunque generalmente los mercados libres son asociados con el capitalismo y la derecha, la historia nos muestra que no necesariamente siempre ha sido así. Desde el anarquismo individualista del Siglo XIX pasando por el intento de unión de ideas económicas de la Escuela Austríaca con las políticas descentralistas de la Nueva Izquierda norteamericana, existe lo que hoy es llamado libertarismo de izquierda cuyo objetivo es defender la justicia social mediante la libertad económica de los mercados libres. Concentrando la exposición en la alianza entre liberales clásicos (libertarios) e izquierdistas contra la Guerra de Vietnam; analizaremos la síntesis política de lo que represento el libertarismo de izquierda en el contexto de la Nueva Izquierda que combino el anarquismo de libre mercado de Murray Rothbard, la descentralización radical teorizada por Karl Hess, la contracultura de la literatura de ciencia ficción, las ideas de la democracia participativa promovidas por el movimiento estudiantil y el poder comunal de las Panteras Negras. La ponencia tratara reflexionar porque esta corriente política nunca logro consolidar una organización partidaria y porque sus ideas pasaron a la marginalidad en la academia. Finalizaremos discutiendo la actualidad de este movimiento político y la relación de los libertarios de izquierda tanto con el liberalismo clásico como con la izquierda radical.
Libertarismo y Vieja Derecha - Lew Rockwell.pdfAcracia Ancap
Me han interesado los asuntos ideológicos desde la más tierna infancia. Mi padre era Republicano de Taft y me entrenó bien. Una buena cosa también, porque incluso cuando era estudiante, discutí con mis maestros sobre el New Deal, las leyes de acomodación pública, la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial y el cuestionamiento de McCarthy de las élites militares (todavía me gustaría saber quién promovió a Peress). Les dije que el artillero de cola Joe debería haber estado atacando al gobierno de Estados Unidos todo el tiempo, porque era la verdadera amenaza a nuestras libertades. Eso volvió locos a mis profesores. Ninguno de ellos se sorprendería de que yo creciera para ser un tábano a tiempo completo en contra de la sabiduría convencional.
Facetas de La Libertad - L.K. Samuels.pdfAcracia Ancap
¿Cuál es la posición libertariana en cuanto a impuestos, religión, política, feminismo, anarquía, drogas, medio oriente, política exterior y normas morales? Cualquiera sea la posición tomada, seguramente cause asombro, iluminación o conmoción.
Facetas de la libertad: Un manual libertariano proporciona un panorama general de la filosofía libertariana mediante una gran variedad de artículos accesibles. Muchos de estos ensayos son reediciones, algunos de semanarios libertarianos menos conocidos y otros de revistas más prestigiosas que datan de los años setenta. Varios ensayos se escribieron exclusivamente para esta colección.
Libertarismo y Vieja Derecha - Lew Rockwell.pdfAcracia Ancap
Me han interesado los asuntos ideológicos desde la más tierna infancia. Mi padre era Republicano de Taft y me entrenó bien. Una buena cosa también, porque incluso cuando era estudiante, discutí con mis maestros sobre el New Deal, las leyes de acomodación pública, la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial y el cuestionamiento de McCarthy de las élites militares (todavía me gustaría saber quién promovió a Peress). Les dije que el artillero de cola Joe debería haber estado atacando al gobierno de Estados Unidos todo el tiempo, porque era la verdadera amenaza a nuestras libertades. Eso volvió locos a mis profesores. Ninguno de ellos se sorprendería de que yo creciera para ser un tábano a tiempo completo en contra de la sabiduría convencional.
Facetas de La Libertad - L.K. Samuels.pdfAcracia Ancap
¿Cuál es la posición libertariana en cuanto a impuestos, religión, política, feminismo, anarquía, drogas, medio oriente, política exterior y normas morales? Cualquiera sea la posición tomada, seguramente cause asombro, iluminación o conmoción.
Facetas de la libertad: Un manual libertariano proporciona un panorama general de la filosofía libertariana mediante una gran variedad de artículos accesibles. Muchos de estos ensayos son reediciones, algunos de semanarios libertarianos menos conocidos y otros de revistas más prestigiosas que datan de los años setenta. Varios ensayos se escribieron exclusivamente para esta colección.
Fuerzas sociales para el desarrollo de las teorias sociologicas.victorjose37
Aportes de gran valor para el respeto la justicia y la equidad de los derechos sociales de las personas, luchando y exigiendo sus derechos de una manera pacifica y no violenta
La ciencia es el producto cultural más sofisticado de la evolución natural, una actividad cognitiva propia de los seres vivos inteligentes más desarrollados, los seres humanos con curiosidad intelectual que se plantean interrogantes acerca de la realidad. La ciencia es posible gracias a las capacidades de observación y raciocinio de la inteligencia humana. La ciencia es conocimiento producto de la investigación científica, de la búsqueda atenta, del análisis intelectual, de la observación, de la experimentación, de la reflexión racional, de la lógica, de la inteligencia, de la creatividad. La ciencia se expande mediante descubrimientos científicos.
La Contrarrevolución de la Ciencia - Friedrich von HayekAcracia Ancap
Los ensayos que integran el presente volumen fueron escritos originariamente por el autor en los años 1944, 1945 y 1951, y aparecieron en las revistas Económica y Measure. En 1952 se publicaron como libro por The Free Press (y, posteriormente, en 1979, por Liberty Fund). En ellos, se desarrollan algunas ideas clave de metodología y filosofía social que Hayek, con admirable coherencia, desarrollaría en libros posteriores, especialmente en Derecho, legislación y libertad y La fatal arrogancia. Así, la posición central del individualismo metodológico, la idea de evolución en la formación de las instituciones sociales, su concepción de la naturaleza de las ciencias sociales, cuyo objeto específico son las consecuencias no intencionadas de acciones humanas intencionadas, la relación entre las ciencias sociales y las ciencias de la naturaleza, la crítica del cientismo, que posteriormente calificaría de racionalismo constructivista (en oposición al racionalismo crítico defendido particularmente por Karl Popper), con su «mentalidad ingenieril» y el consiguiente «abuso de la razón», consistente en buscar la solución a los problemas sociales con el mismo espíritu con que se afronta la construcción de un puente o de una central eléctrica. Es ésta una tradición que, desde Saint -Simon, Comte y L´École Polytechnique (tan íntimamente ligada al nacimiento del socialismo), se ha mantenido con persistente influencia y en la que tan eficazmente se han inspirado muchas de las concepciones totalitarias del último siglo y medio.
Fuerzas sociales para el desarrollo de las teorias sociologicas.victorjose37
Aportes de gran valor para el respeto la justicia y la equidad de los derechos sociales de las personas, luchando y exigiendo sus derechos de una manera pacifica y no violenta
La ciencia es el producto cultural más sofisticado de la evolución natural, una actividad cognitiva propia de los seres vivos inteligentes más desarrollados, los seres humanos con curiosidad intelectual que se plantean interrogantes acerca de la realidad. La ciencia es posible gracias a las capacidades de observación y raciocinio de la inteligencia humana. La ciencia es conocimiento producto de la investigación científica, de la búsqueda atenta, del análisis intelectual, de la observación, de la experimentación, de la reflexión racional, de la lógica, de la inteligencia, de la creatividad. La ciencia se expande mediante descubrimientos científicos.
La Contrarrevolución de la Ciencia - Friedrich von HayekAcracia Ancap
Los ensayos que integran el presente volumen fueron escritos originariamente por el autor en los años 1944, 1945 y 1951, y aparecieron en las revistas Económica y Measure. En 1952 se publicaron como libro por The Free Press (y, posteriormente, en 1979, por Liberty Fund). En ellos, se desarrollan algunas ideas clave de metodología y filosofía social que Hayek, con admirable coherencia, desarrollaría en libros posteriores, especialmente en Derecho, legislación y libertad y La fatal arrogancia. Así, la posición central del individualismo metodológico, la idea de evolución en la formación de las instituciones sociales, su concepción de la naturaleza de las ciencias sociales, cuyo objeto específico son las consecuencias no intencionadas de acciones humanas intencionadas, la relación entre las ciencias sociales y las ciencias de la naturaleza, la crítica del cientismo, que posteriormente calificaría de racionalismo constructivista (en oposición al racionalismo crítico defendido particularmente por Karl Popper), con su «mentalidad ingenieril» y el consiguiente «abuso de la razón», consistente en buscar la solución a los problemas sociales con el mismo espíritu con que se afronta la construcción de un puente o de una central eléctrica. Es ésta una tradición que, desde Saint -Simon, Comte y L´École Polytechnique (tan íntimamente ligada al nacimiento del socialismo), se ha mantenido con persistente influencia y en la que tan eficazmente se han inspirado muchas de las concepciones totalitarias del último siglo y medio.
El Anarco Socialismo y sus Problemas - Per BylundAcracia Ancap
Murray Rothbard fue un defensor de la sociedad sin estado, pero nunca fue aceptado por el movimiento anarquista y sigue siendo considerado más un “lacayo del capitalismo” que un pensador anarquista. De hecho el anarcocapitalismo siempre se ha considerado un oxímoron por los autoproclamados como “verdaderos” anarquistas. Parte de la razón es una incapacidad general de entender los diferentes usos y definiciones de palabras en las tradiciones clásicas socialistas y liberales. Los socialistas se refieren al “capitalismo” como el sistema en que el estado distribuye y protege los privilegios capitalistas, y por tanto la opresión de los obreros. No ven que el capitalismo, en la tradición liberal clásica, significa más bien un libre mercado basado en personas libres, es decir, intercambios voluntarios de valor entre individuos libres.
El Mito del Monopolio Natural - Thomas J. DiLorenzoAcracia Ancap
A la mayoría de llamados servicios públicos se les ha otorgado exclusividad por parte del gobierno porque se piensa que son “monopolios naturales”. Explicado brevemente, se dice que emerge un monopolio natural cuando la tecnología de producción, como por ejemplo costos fijos elevados, provoca que los costos totales en el largo plazo declinen al aumentar la producción. En tales industrias, dice tal teoría, un solo productor eventualmente será capaz de producir a un costo más bajo que cualquier otro par de productores, por lo tanto creándose un monopolio “natural”. El resultado serán precios más altos si más de un productor sirve a ese mercado.
Todo comenzó, como es usual, con los griegos. Los antiguos griegos fueron el primer pueblo civilizado que utilizó su razón para pensar sistemáticamente en el mundo que les rodeaba. Los griegos fueron los primeros filósofos (philosophia-amantes de la sabiduría), el primer pueblo que pensó en profundidad y descubrió cómo alcanzar y verificar el conocimiento del mundo. Otras tribus y pueblos habían tendido a atribuir los acontecimientos naturales a caprichos arbitrarios de los dioses. Una violenta tormenta eléctrica, por ejemplo, podía atribuirse a algo que había irritado al dios del trueno. La manera de hacer llover, entonces, o de frenar las tormentas violentas, sería averiguar qué actos del hombre complacerían al dios de la lluvia o apaciguarían al dios del trueno. Estas personas habrían considerado una tontería tratar de averiguar las causas naturales de la lluvia o de los truenos. En cambio, lo que había que hacer era averiguar qué querían los dioses correspondientes y luego tratar de satisfacer sus necesidades.
Anatomía de un Ignorante Económico - Thomas E. WoodsAcracia Ancap
Todos encontramos más posts de blogs tontos de los habituales. La mayoría de las veces basta con dejarlos estar. Podrías dedicar el resto de tu vida corrigiendo a zánganos y autómatas que nunca tendrán una idea original o no convencional por mucho que les provoques. Su profesor de séptimo grado, que era asimismo entrenador de atletismo, les enseñó lo que saben y se atienen a ello. Sin embargo, de vez en cuando, por tu propio bien y el de los lectores que sospechan que el post es totalmente erróneo, pero no están muy seguros de por qué, sueltas una respuesta enérgica. Y eso voy a hacer aquí en reacción a una entrada de blog llamada “Peter Schiff: Medicare Recipients Are Lazy People Who Refuse to Pay for Their Own Health Care”.
Imposibilidad del Gobierno Limitado - Hans-Hermann HoppeAcracia Ancap
En una encuesta reciente, se les preguntó a personas de distintas nacionalidades qué tan orgullosos estaban de ser americanos, alemanes, franceses, etcétera, y si creían o no que el mundo sería un lugar mejor si otros países fueran como los suyos, los países en la clasificación más alta en términos de orgullo nacional fueron Estados Unidos y Austria. Tan interesante como sería considerar el caso de Austria, nos concentraremos aquí en Estados Unidos y en la cuestión de si, y en qué medida, la afirmación americana puede ser justificada. Seguidamente, identificaremos tres fuentes principales de orgullo nacional, las dos primeras de las cuales son fuentes justificadas de orgullo, mientras que la tercera en realidad representa un error fatídico. Finalmente, veremos cómo este error podría ser reparado.
La abyecta falla práctica de los revolucionarios marxistas en el período posterior a la Primera Guerra Mundial había hecho mucho daño a su imagen como la vanguardia del progreso social. La explicación de este fracaso en los escritos de Mises, Max Weber y Boris Brutzkus llevó a muchos economistas a revisar sus puntos de vista sobre el alcance adecuado del gobierno dentro de la sociedad. Aunque otros seguían siendo defensores impenitentes del Estado total. Simplemente rechazaron la agenda específicamente igualitaria de los socialistas.
La ética es el sistema universal y objetivo de normas de conducta abstractas, generales, formales, que sirven a cada persona en una sociedad como referencia válida para regular y coordinar su comportamiento y sus relaciones humanas, como guía permanente y fiable de elección y actuación individual y social, y como criterio objetivo adecuado para juzgar acciones concretas, tanto propias como ajenas, indicando qué es legítimo, aceptable, bueno, adecuado, y qué es ilegítimo, inaceptable, malo, inadecuado. La ética como ciencia estudia cuáles son las normas éticas, los principios de comportamiento adecuados a los seres humanos, cuál es su razón de ser, cómo se aplican y cómo se administra el sistema normativo. Las normas éticas son prácticas, sirven para evitar, minimizar o resolver conflictos humanos mediante la legitimación del uso de la fuerza. En última instancia toda la ética se refiere a la legitimidad del uso de la fuerza en la resolución de conflictos. En lugar de largas listas de normas concretas, tal vez las normas éticas más adecuadas sean metanormas, normas de alto nivel de abstracción acerca de cómo construir normas concretas válidas.
Lo que el Imperio le hace a una Cultura - Roderick T. LongAcracia Ancap
Hoy quiere ocuparme de cierto argumento a favor del imperio que no viene de los enemigos de la libertad, sino de sus amigos, aunque en este caso sean amigos equivocados, en mi opinión. Lo llamaré el argumento cosmopolita del imperio.
A grosso modo, antes del siglo XVIII en Europa, y alrededor del mundo, existía un sistema social de «feudalismo» o «absolutismo» que en realidad era feudalismo a mayor escala. En términos abstractos, el orden social feudal estaba caracterizado por un señor regional que reclamaba la propiedad sobre algún territorio, incluyendo todos sus recursos y bienes, y con bastante frecuencia de todas las personas ubicadas en este, sin existir apropiación original de ellos a través del uso o trabajo, y sin tener un contrato con ellas, respectivamente.
La justicia es el ámbito de la ética que estudia qué es legítimo hacer cuando las normas son violadas por un criminal contra una víctima. La justicia consiste en dar a cada cual lo que es suyo, restableciendo la propiedad privada legítima. Su principio fundamental es la compensación, restitución o indemnización de la víctima por el delincuente. El daño debe ser reparado y la víctima indemnizada por el responsable causante del daño. En una relación o intercambio voluntario, ambas partes resultan beneficiadas. En una agresión, el criminal resulta beneficiado y la víctima resulta perjudicada. Los mecanismos adecuados de la justicia consiguen desincentivar la agresión haciendo que resulte perjudicial para el delincuente y neutra (o beneficiosa) para la víctima: si no fuera así las normas éticas no se respetarían, los delincuentes podrían utilizarlas en su beneficio a costa de sus víctimas.
Derecho de Propiedad - Francisco CapellaAcracia Ancap
El derecho de propiedad es el principio unificador universal de todos los demás conceptos éticos: considera todo como un recurso que puede ser poseído, como algo bajo el control y la responsabilidad de un agente que puede utilizarlo según sus preferencias. El derecho de propiedad es la solución al problema de construir un sistema normativo ético, la respuesta que da contenido al requisito formal de universalidad y adecuación a la naturaleza humana. La propiedad es el ámbito de la realidad respecto al cual las valoraciones de una persona, el propietario, son relevantes y son las únicas relevantes. El propietario es la persona, y las propiedades sobre las cuales tiene derecho son todas aquellas cosas que puede utilizar y controlar de forma legítima sin intromisión violenta de otros y sin entrometerse en la propiedad de otros. El derecho de propiedad es privado, incluye al propietario y excluye a todos los demás.
Estructuras Paralelas como Único Camino - Titus GebelAcracia Ancap
La batalla por la supremacía política en Occidente se ha decidido. Los llamados progresistas han ganado; los conservadores y los libertarios han perdido. La «marcha a través de las instituciones», iniciada por la equivocada generación de 1968, ha tenido éxito, y sus hijos y nietos están ahora al mando. Ecosocialista, marxista cultural, en fin: las ideas bolchewoke se imponen en la política y la cultura, la administración pública, los medios de comunicación, las escuelas, las universidades y, cada vez más, incluso en las empresas. A velocidad acelerada. Si has mantenido el mismo punto de vista de centro-izquierda durante los veinte años restantes, hoy se te considera de extrema derecha. En prácticamente todos los Estados democráticos, hay una tendencia a que las organizaciones más grandes se desvíen hacia la izquierda con el tiempo. Esto se aplica igualmente a las cadenas de televisión, los periódicos, los partidos políticos, las autoridades estatales, las universidades y otras asociaciones. ¿Por qué? La explicación es doble.
Karl Ludwig von Haller: un reaccionario Anarcocapitalista - Juan Gómez CarmeraAcracia Ancap
El 18 de octubre de 1817, con motivo del tercer centenario de la reforma protestante y del cuarto aniversario de la derrota de Napoleón en la batalla de Leipzig, cientos de estudiantes universitarios de toda Alemania de tendencia liberal y nacionalista, en su mayoría miembros de asociaciones estudiantiles, junto con algunos profesores, se reunieron en el castillo de Wartburg, en el pequeño ducado de Sajonia-Weimar-Eisenach, para celebrar un “festival nacional”. Precisamente en este castillo se había refugiado Lutero tras ser declarado fuera de la ley por el emperador Carlos V y había traducido la Biblia al alemán. Después de las celebraciones oficiales, en las que se pronunciaron incendiarios discursos abogando por la libertad y la unidad de Alemania, muchos de los participantes marcharon en procesión con antorchas desde la plaza de la cercana ciudad de Eisenach hasta el monte Wartenberg. Allí se montaron carpas, se encendieron hogueras, se cantaron canciones patrióticas, hubo más discursos, bebida y fuegos artificiales. Finalmente, trajeron libros de autores considerados reaccionarios o antialemanes, junto con algunos símbolos de la autoridad monárquica y de la influencia francesa, y los fueron arrojando uno por uno a una hoguera. Entre los libros figuraba prominentemente el primer volumen de la Restauración de la ciencia política del suizo Karl Ludwig von Haller.
¿Por qué otros se hacen cada vez más ricos a tu costa? - Philipp Bagus y Andr...Acracia Ancap
¿Por qué el sistema monetario es el culpable de la progresiva desigualdad social? ¿Por qué el monopolio estatal del dinero es una gran estafa al ciudadano? ¿Por qué el Estado del Bienestar es un proyecto profundamente demagógico? ¿Qué papel desempeñan realmente el Estado, el gobierno y los políticos en la redistribución de la renta en beneficio de los multimillonarios? Hace tantos años que estamos sometidos al actual sistema monetario que no somos conscientes de que es el culpable de la mayoría de problemas económicos y sociales a los que nos enfrentamos hoy en día. Los autores de este libro nos advierten, con ejemplos claros, didácticos y convincentes, de que mientras el Estado siga teniendo el monopolio para fabricar dinero estaremos abocados al colapso financiero y nosotros, los ciudadanos, nada tendremos que decir. Si usted es de los que no se fía de los políticos, este libro le va a dar la razón.
Un seguro implica la puesta en común de los riesgos individuales. Bajo este acuerdo, hay ganadores y perdedores. Algunos de los asegurados recibirán más de lo que pagaron en primas y algunos pagarán al sistema más de lo que nunca recuperarán. Es una forma de redistribución de rentas de los sanos a los enfermos, pero lo característico del seguro es que nadie sabe por adelantado quiénes serán los ganadores y los perdedores. Están distribuidos de forma aleatoria e impredecible y la redistribución resultante de rentas dentro de un fondo común de gente asegurada es asistemática.
Una persona es libre si los demás respetan su propiedad, si no le agreden, si le permiten decidir en su ámbito legítimo de control según su voluntad, si le dejan ejercer su derecho negativo a no ser coaccionado. La libertad es el respeto al derecho de propiedad privada, la ausencia de violencia. Libertad es autodeterminación y autogobierno de cada persona en el ámbito de su propiedad. La libertad es la condición de un ser humano relativa a las demás personas de ausencia de violencia en sus relaciones (la violencia es el inicio del uso de la fuerza contra la propiedad ajena). La libertad es un concepto social y ético, aplicable a personas individuales viviendo en sociedad respecto a sus posibles relaciones (no tiene sentido hablar de personas libres completamente solitarias). Un individuo es libre cuando sus relaciones humanas son voluntarias, no forzadas. Una sociedad es plenamente libre cuando son libres todos los individuos que la forman. La paz es el estado ideal de libertad, la ausencia total de cualquier agresión.
Burócratas y Funcionarios en EE.UU. - Murray RothbardAcracia Ancap
Una de las leyes sociológicas más importantes es la “ley de hierro de la oligarquía”: todo campo de esfuerzo humano, todo tipo de organización, siempre estará liderada por una élite relativamente pequeña. Esta condición prevalecerá en todo lugar, ya sea en una empresa, un sindicato, un gobierno, una organización de caridad o un club de ajedrez. En toda área, las personas más interesadas y capaces, los más adaptables o apropiados para la actividad constituirán la élite dirigente. Una y otra vez, los intentos utópicos de formar instituciones o sociedades exentas de la ley de hierro han caído presas de dicha ley: ya sean comunidades utópicas, el kibbutz en Israel, la “democracia participativa” durante la era de la Nueva Izquierda de finales de la década de 960 o en enorme “experimento de laboratorio” (como solía llamársele) que constituyó la Unión Soviética. Lo que deberíamos tratar de lograr no es el objetivo absurdo y antinatural de erradicar a dichas élites, sino, en términos de Pareto, que las élites “circulen”. ¿Circulan estas élites o se atrincheran?
Guerra y Competencia entre Estados - Gustave de MolinariAcracia Ancap
Cuando la población empezó a superar los medios de subsistencia, que la humanidad aún no había aprendido a aumentar por métodos artificiales, la sociedad primitiva se vio obligada a elegir entre la eliminación del exceso de población, o la toma de los cotos de caza, o de las fuentes de suministro agrícola, pertenecientes a alguna tribu vecina.
COONAPIP II FORO DE MUJERES BUGLÉ Elaborado por: Yanel Venado Jiménez/COONAPI...YuliPalicios
Es una copilación de fotografías y extractos
del II Foro de Mujeres Buglé: Por la Defensa de los Derechos Territoriales, realizado en el corregimiento de Guayabito Comarca Ngäbe-Buglé de Pannamá. A través de estas imágenes y sus reseñas, buscamos presentar estrategias
para responder a las amenazas a las que se enfrentan, reforzar el cuidado y vigilancia del territorio, los derechos y la cultura, como mecanismos de defensa territorial, aportes que fortalezcan colectivamente la protección de
los derechos territoriales del Pueblo Buglé.
Derechos de las personas con discapacidad. Análisis documental..pdfJosé María
El Real Patronato sobre Discapacidad es un organismo autónomo que tiene entre otros fines la promoción de la aplicación de los ideales humanísticos, los conocimientos científicos y los desarrollos técnicos para el perfeccionamiento de las acciones públicas y privadas sobre discapacidad.
3. [Discurso pronunciado en el Instituto Ludwig von Mises el
20 de noviembre de 2000]
Quiero echar una mirada muy básica a una de las tradiciones
que subyacen al libertarismo moderno, que es el anarquismo
individualista del siglo XIX en Estados Unidos.
Sin embargo, antes de hacerlo quiero definir qué quiero
decir con libertarismo moderno. Es el cuerpo de pensamiento
político que apareció y continúa desarrollándose mediante la
síntesis de la mejor teoría de nuestras escuelas de
pensamiento. La síntesis se alcanzó cuando Murray Rothbard
tomó en antiestatismo radical de los anarquistas
individualistas y lo casó con la economía austriaca, la
política exterior de la Vieja Derecha (aislacionismo) y la
tradición del derecho natural.
De todos estos hilos que se mezclaron, el menos
apreciado o entendido es el anarquismo individualista. Y
creo que una razón para este «descuido» es que, a primera
vista, el anarquismo individualista no parece compartir una
característica clave común a los demás: es decir, no parece
argumentar a favor del libre mercado.
Si hay alguna validez en una distinción que oímos a
veces entre las libertades civiles y las económicas (y no creo
que haya ninguna validez), entonces el anarquismo
4. individualista parece caer en la categoría de las libertades
civiles, que a veces se convierten en una consecuencia
asociada al análisis del libre mercado. El anarquismo
individualista no parece ajustarse bien a los demás bloque de
construcción de libertarismo por la sencilla razón de que sus
defensores (como la mayoría de los radicales del siglo XIX)
aceptaron la teoría del valor trabajo y rechazaron el
capitalismo.
Con esto, no quiero decir que estuvieran en contra del
capitalismo de Estado (la alianza entre el Estado y
empresarios). Rechazaban el capitalismo real, la obtención
de beneficio a través del capital en prácticas como cobrar
intereses en los préstamos. Y aún así, una de las cosas que
quiero dejar clara hoy es que el anarquismo individualista
está profundamente a favor del libre mercado y que su
anticapitalismo no es la barrera ideológica que normalmente
se considera que es.
Sin embargo, antes de ocuparme de este punto, quiero
extenderme en solo una razón por la que creo que es muy
importante que el libertarismo moderno no tropiece con el
anticapitalismo de figuras como Lysander Spooner y
Benjamin Tucker y así pierdan el valor de lo que tienen para
ofrecer.
Mi visión de la historia (la aproximación analítica que
5. utilizo para dar sentido a los acontecimientos) es ideológica.
Murray Rothbard veía la historia como una lucha continua
entre la libertad y el poder, entre lo que Rand habría llamado
«el individuo» y «el colectivo». Hoy en día es popular decir
que la gente no está motivada por ideologías, sino por
preocupaciones utilitarias. (Por ejemplo, no vota basándose
en lo bueno o malo, sino en su propio interés).
Siempre me ha dejado perpleja este argumento porque
simplemente mirando al mundo que nos rodea parecería
refutarse. Dos de las fuerzas más poderosas que han
moldeado la realidad y la historia de todos en esta sala son
profundamente ideológicas: el cristianismo y el marxismo.
Solo con estos dos ejemplos, parece imposible negar el poder
de la ideología como fuerza en la historia humana.
Pero al considerar la historia como una lucha entre
ideologías, para mí ha quedado clara una cosa lamentable: La
izquierda es mejor al reclamar el pasado que los libertarios.
Mucho mejor. Si miramos los libros de texto habituales o
hacemos un recuento numérico bruto de los tratamientos
históricos o biografías, llegaremos a la indiscutible
conclusión de que el socialismo era la fuerza radical que
hablaba por los trabajadores frente a la alianza de negocios y
gobierno en los Estados Unidos del siglo XIX. Y el
socialismo ha cosechado grandes beneficios de esta imagen:
«prestigio radical» y credibilidad son solo dos de ellos.
6. El problema es que la imagen es falsa. Los libertarios del
siglo XIX pueden reclamar tanto ser los defensores del
pueblo trabajador (a veces con más razón) que los socialistas.
Consideremos solo una figura: Moses Harman, uno de mis
favoritos en la historia libertaria. Es de conocimiento común
que la socialista Margaret Sanger fue la heroína responsable
de conseguir el control de la natalidad para las mujeres de
Estados Unidos. (Y el control de natalidad en el siglo XIX se
consideraba como un asunto de «clase trabajadora» por
muchas razones). Aún así, la propia Sanger reconocía que su
trabajo no habría sido posible sin las décadas de trabajo
sobre el terreno de Moses Harman. La anarquista socialista
Emma Goldman (citada a menudo como precursora de
Sanger en el control de la natalidad) también homenajea a
Harman.
Además, su reputación no se limitaba a Estados Unidos.
En 1907, cuando preguntaron al dramaturgo George Bernard
Shaw por que no había visitado nunca Estados Unidos, se le
citaba en el periódico London Opinion diciendo: «La razón
por la que no voy a Estados Unidos es que tengo miedo de
ser arrestado (…) y encarcelado como Mr. Moses Harman».
Shaw continuaba explicando que la dura sentencia de prisión
impuesta un hombre de la «edad avanzada» de Harman
equivalía a una sentencia de muerte: una sentencia de muerte
impuesta por expresar las mismas opiniones que había
7. aireado Shaw en su obra Hombre y superhombre.
El encarcelamiento al que se refería Shaw era parte de
una persecución pública a Harman bajo las leyes de
obscenidad de Comstock. Las persecución duró décadas
produciéndose el último encarcelamiento cuando Harman
tenía 75 años. (Se le condenó a trabajos forzados, picando
piedras en Joliet). Entre los delitos por los que se le
encarceló (una y otra vez) estaba defender la libertad
reproductiva de la mujer sobre bases explícitamente
libertarias: es decir, que las mujeres (y los hombres) poseían
un derecho moral y natural a controlar sus propias personas y
propiedades. En resumen, era un libertario explícito.
Si comparamos el tratamiento de Sanger como figura
histórica con el de Harman, entenderemos por qué crea que
los socialistas son mucho mejores en minar la riqueza de la
historia en su provecho. Hay docenas de libros sobre Sanger,
su propia obra sigue editándose, la Universidad de Nueva
York tiene lo que se ha dado en llamar el Proyecto de las
Obras de Margaret Sanger, está en salones de la fama, tiene
edificios dedicados, fue nombrada por Time como una de las
100 personas del siglo.
Entretanto no hay más que una sola biografía de Moses
Harman. Por consiguiente, es la izquierda (y no los
libertarios) la que ha adquirido el incalculable caché de ser la
8. ideología que defiende la libertad del hombre común,
entonces y ahora. Creo que la verdad es la contraria. Creo
que uno de los aspectos más tristes del libertarismo moderno
es que se ha rendido o ha ignorado su propia historia y así
entregado su justa reclamación de ser la verdadera ideología
de la clase trabajadora, una reclamación que se dirigía en
buena parte a disipar un acusación lanzada comúnmente
contra el libertarismo: que solo representa los intereses de los
negocios. No hay forma de ver el anarquismo individualista
del siglo XIX y sostener esa acusación.
¿Cuál es la tradición del siglo XIX conocida como
anarquismo individualista? El principio fundamental en el
que se basaba era lo que el abolicionista (radical defensor de
la oposición a la esclavitud) William Lloyd Garrison llamaba
la autopropiedad. (Esto era alrededor de 1830). La
autopropiedad se refiere a la jurisdicción moral que todo ser
humano, sencillamente por ser humano, tiene sobre su propio
cuerpo.
Garrison argumentaba que todas las características
humanas secundarias (como la raza) eran irrelevantes para
los derechos y deberes que corresponden a todo ser humano
como consecuencia de la característica principal de la
humanidad compartida. Empiezo con Garrison porque
cuando mencionamos al libertarismo alrededor de la década
de 1830, es la figura de la que ha oído hablar más gente y a
9. quién se remonta habitualmente el anarquismo individualista.
Pero creo que un origen más apropiado de la tradición es
Josiah Warren, a quien el historiador James J. Martin
considera la primera persona en adoptar el calificativo de
anarquista.
Josiah Warren empezó su carrera radical como seguidor
del socialista y comunitario Robert Owen. Warren fue uno de
los participantes originales en la famosa comunidad New
Harmony que empezó en 1826 y vio de primera mano lo que
estaba mal en el principio organizativo de las comunidades
socialistas. Después de décadas y décadas de discusiones de
los planificadores utópicos (tanto en Inglaterra como en
Estados Unidos), la New Harmony puso a prueba sus teorías.
Warren vio lo rápidamente que una prueba práctica hacía que
sus planes de deterioraran hasta el disparate. Llevó menos de
un año y medio que se disolviera New Harmony. Warren
echó la culpa del fracaso de la comunidad a su negación de
sus derechos de propiedad personal, a su demanda de
propiedad comunal que sofocaba cualquier iniciativa
individual.
Pero los problemas que percibía con la propiedad
comunal iban mucho más allá de la motivación económica.
Warren escribía en su publicación Periodical Letter:
Parecía que la diferencia de opinión, gustos y propósitos
10. incrementaba en proporción a la demanda de conformidad.
(…) Parecía que estaba en la ley propia de la diversidad de
la naturaleza que nos había conquistado (…) nuestros
‘intereses unidos’ estaban directamente en guerra con las
individualidades de las personas y las circunstancias y el
instinto de autopreservación.
El fundamento esencial de una sociedad anarcoindividualista
emergió de la desilusión de Josiah Warren con el
colectivismo, de su convicción de que la armonía social
requería un individualismo radical. Ante todo, se basaba en
un concepto contenido en la expresión «soberanía del
individuo». Con esto, Warren quería decir casi lo mismo que
Garrison con el término autopropiedad. En su obra Practical
Details, Warren explicaba su significado:
La sociedad debe por tanto convertirse para preservar
inviolada la soberanía de cada individuo. Debe evitar todas
las combinaciones y conexiones de personas e intereses
y todas las demás disposiciones que no dejen a cada
individuo en todo momento en libertad de disponer de su
persona y tiempo y propiedad de una manera en que dicten
sus sentimientos o juicios, sin afectar a las personas e
intereses de otros.
Pero Warren contribuyó más que en una mera reescritura de
la declaración de autopropiedad. Por ejemplo (y es solo un
ejemplo), Warren bosquejó una visión fundamental de la
11. sociedad que podría calificarse como «individualismo
metodológico», un término normalmente asociado a Ludwig
von Mises. En La acción humana, Mises describía lo que
quería decir con este término:
Primero debemos darnos cuenta de que todas las acciones las
realizan individuos. (…) Si analizamos el significado de
diversas acciones realizadas por individuos debemos aprender
necesariamente acerca de las acciones del todo colectivo. Pues
un colectivo social no tiene existencia y realidad fuera de las
acciones de los miembros individuales.
La aproximación de Warren a la sociedad perduró durante
décadas, de forma que encontramos a sus protegidos, como
Benjamin Tucker, rechazando en Liberty, en 1888, la teoría
de la propiedad comunitaria de la tierra de Henry George con
palabras que recuerdan a Mises:
Los anarquistas niegan que haya una entidad conocida
como la comunidad que sea el verdadero propietario de la
tierra. (…) Mantengo que ‘la comunidad’ es una no-entidad,
que no existe y es simplemente una combinación de
individuos sin prerrogativas más allá de las de los propios
individuos.
Además de desarrollar una versión de individualismo
metodológico, Warren infundió al anarquismo individualista
una pasión por lo práctico. Si hubo una pasión que gobernara
la vida política de Warren, fue poner a prueba las teorías
12. sociales trasladándolas a la realidad. Recordemos que había
visto planes desarrollados que eran maravillosos sobre el
papel y que se convertían en pesadillas cuando se trasladaban
a la realidad. Warren necesitaba saber si funcionaban sus
teorías. Esta pasión por lo práctico fue adoptada por la
siguiente generación. Recurriendo de nuevo a Tucker, éste
comentó una vez:
Las comunidades reformistas (…) se reclutarán de la sal de la
tierra y así sus éxitos no se considerarán como concluyentes,
porque se dirá que sus principios solo son aplicables entre
hombres y mujeres prácticamente perfectos. (…) No me
interesan. (…) No me importa ninguna reforma que no pueda
aplicarse aquí en Boston entre la gente normal que encuentro
por las calles.
Debo recordaros (o tal vez deciros por primera vez) que esta
cita llegaba en el mismo momento que la muy exitosa novela
utópica Mirando atrás, de Edward Bellamy. La novela
recogía la visión popular con la que veían los radicales el
futuro: Si su ideología pudiese prevalecer, llegaría el milenio.
La propia naturaleza del hombre se transformaría por los
factores sociales, los corderos dormirían con los leones. Era
un tema constante en el radicalismo de finales del siglo XIX.
Socialistas, mujeres sufragistas, celotes de la templanza,
pietistas; todos afirmaban que un nuevo mundo brillante y
feliz alteraría milagrosamente la faz de la tierra. Esto
13. prevalecía particularmente en el socialismo del siglo XIX,
que formó la semilla del nuevo hombre soviético defendido
por los bolcheviques cuando arrasaron la Rusia del siglo XX.
Entretanto, tenemos esta notable declaración proveniente
de un anarquismo individualista: Primero, que los individuos
no deberían ajustarse a la sociedad porque, para empezar, la
sociedad no existe, solo existen los individuos. Segundo,
porque al investigar cómo podrían los individuos trabajar
pacíficamente en combinación, todas las teorías deben
resistir la prueba de la realidad. Y tercero, que el objetivo no
es una utopía, sino la justicia práctica.
Consideremos las palabras de Victor Yarros, quien,
durante un tiempo, co dirigió Liberty. Escribió:
Los anarquistas (…) no trabajan por un estado social
perfecto, sino por un sistema político perfecto. Un estado
social perfecto está (…) totalmente libre de pecados o
crímenes o disparates; un sistema político perfecto es
sencillamente un sistema en el que se consigue justicia, en
el que no se castiga nada más que el delito y nadie se ve
coaccionado salvo el invasor.
La clave para alcanzar este sistema político perfecto reside
en establecer instituciones que promuevan la justicia. Lo que
me lleva al asunto del «análisis institucional», el análisis de
cómo funcionan las instituciones (como el Estado, la familia,
14. los mercados libres). ¿Cuáles son sus propósitos, sus reglas,
su impacto real?
Y aquí tenemos las siguiente contribución del
anarquismo individualista, un análisis institucional
increíblemente complejo y extenso que intentaba responder a
dos preguntas: primera, ¿qué instituciones impiden la justicia
y cómo?, y segunda ¿qué instituciones promueven la justicia
y cómo? No sorprenderá a nadie que su respuesta a la
primera pregunta fuera «el Estado». El Estado es la
institución que bloquea la justicia. Y lo hace básicamente a
través de la amenaza y uso de la fuerza o persuadiendo a la
gente de sus legitimidad, persuadiéndole de que hay un
derecho a interferir en sus vidas.
No voy a dedicar tiempo al análisis anarcoindividualista
del Estado como institución, porque (en la medida en que los
que estamos aquí estamos familiarizados con la tradición)
estamos familiarizados con esto. Si la gente ha leído un libro
sobre ete tema, probablemente sea Sin traición, de Spooner.
Por el contrario, voy a centrarme en la segunda pregunta:
«¿qué instituciones promueven la justicia y cómo?» A esta
pregunta, los anarquistas individualistas daban una respuesta
chocante. Afirmaban que la institución necesaria para
garantizar la justicia ya estaba presente en la institución del
libre mercado. Los radicales de cualquier bando están
15. diciendo que hacía falta algo nuevo bajo el sol: el tipo de
institución o acuerdo social que nadie había visto antes. Por
ejemplo, la humanidad necesitaría la visión
anarcosindicalista de las relaciones industriales.
Necesitábamos un nuevo mundo feliz.
En este entorno, los anarquistas individualistas afirmaban
por el contrario: «No, no necesitáis algo completamente
nuevo. Lo que necesitáis es libraros del Estado y permitir
que funcione el libre mercado (que ya existe)». Y el
mecanismo a través del cual funcionaría era «el contrato».
De hecho, creían tan fuertemente en el poder del contrato que
llamaban a su sociedad ideal «sociedad por contrato». E
inmediatamente empezaron a planear con muchos detalles
concretos cómo funcionaría la sociedad de libre contrato.
El libre mercado no solo podría satisfacer solo los
objetivos económicos, sino también los sociales, como la
justicia. Por ejemplo, ofrecieron la mejor explicación que yo
haya visto nunca de cómo podría arbitrar conflictos un
sistema judicial privado. Y la explicación incorporaba una
buena parte de análisis económico y de eficiencia en lugar de
apelar meramente al derecho común o a la moralidad. Por
ejemplo, en el subtema del «juicio por jurado», la
explicación empezaba con el derecho de un hombre a su
propia defensa y procedía directamente con un análisis de
eficiencia y costes de métodos relativos de adjudicación.
16. Tampoco los anarquistas se limitaban a la explicación, a
la teoría. Querían poner a prueba sus teorías en el mundo de
la práctica. Por ejemplo, establecieron cooperativas privadas
de seguro de desempleo, que eran agencias en las que todos
los miembros pondrían un porcentaje «x» de sus ganancias
semanales y de las cuales los miembros que se quedaran sin
trabajo podrían tomar «y» dólares hasta que volvieran a
trabajar. Así, habiendo bosquejado las contribuciones
políticas del anarquismo individualista (especialmente en su
ubicación de la justicia social en el mercado libre y en el uso
del contrato), quiero continuar con la razón por la que sus
contribuciones han sido tan ignoradas, que es porque
defendieron la teoría del valor trabajo.
He mencionado antes que el principal tema que subyace
en el anarquismo individualista es la soberanía del individuo,
por usar la expresión de Josiah Warren. Warren usaba otra
expresión para describir el segundo tema o principio del
anarquismo individualista, que pensaba que derivaba
directamente de la soberanía del individuo: era que «el coste
es el límite del precio». Y aquí es donde la teoría del valor
trabajo empieza a desempeñar un papel importante en el
anarquismo individualista.
Para que entendamos la aproximación concreta a la teoría
del valor trabajo adoptada por Warren, quiero describir un
experimento que realizó para poner a prueba su solución a lo
17. que se llamó «el monopolio del dinero». Es decir, la
monopolio del Estado de la emisión de moneda. Trataba de
probar su solución a una banca controlada por el Estado, es
decir, moneda privada, el derecho de cada individuo a emitir
su propio dinero a quienquiera que esté dispuesto a tomarlo.
Creía que la emisión de moneda privada destruiría la
injusticia percibida del «interés».
Para poner a prueba esta teoría, Warren abrió una tienda
llamada Time Store, desde donde emitió «dólares de trabajo».
En 1827, abrió la tienda con un equivalente a 300 dólares en
alimentos y frutos secos que se ofrecían con un margen de
ganancia respecto de su coste del 7% para cubrir los «gastos
contingentes». Donde obtenía sus beneficios es vendiendo su
trabajo a clientes obligándoles a pagar el tiempo que le
llevaba realizar la transferencia de bienes (ese tiempo
consistía en la compra inicial del bien y luego su venta).
Recordemos que esto fue antes de que los alimentos
estuvieran previamente envasados y pesados y en un tiempo
en que era habitual regatear con el vendedor en lugar de
sencillamente pagar un precio fijado.
De hecho, una de las innovaciones de Warren fue poner
los precios de los bienes. El consumidor pagaría entonces el
precio de los bienes con dinero tradicional y luego
compensaría a Warren por su tiempo con un billete de
trabajo que prometía devolverle una cantidad equivalente de
18. tiempo en la ocupación del comprador. Si el comprador era
un fontanero, por ejemplo, el billete de trabajo le obligaría a
prestarle sus servicios a Warren por «x» unidades de tiempo
en fontanería.
El objetivo de Warren era separar el precio de los bienes
de la compensación que recibía: en otras palabras, establecer
una economía en la que su beneficio se basara en el
intercambio de tiempo y trabajo. Y en cierta medida tuvo
éxito. Apareció y se extendió una próspera comunidad de
trueque fuera de la comunidad radical, con gente normal
viniendo desde cien millas de distancia para conseguir los
bajos precios de Warren. Sin embargo, al tener éxito, cerró la
tienda, porque todo su propósito había sido poner a prueba la
teoría.
Warren estaba lejos de encontrarse solo (incluso en esa
fecha temprana) en reclamar la necesidad de un moneda
privada. En 1843 (aproximadamente en el mismo periodo de
tiempo) Lysander Spooner escribió un tratado titulado
Constitutional Law Relative to Credit, Currency and
Banking. Decía: «Emitir billetes de crédito, es decir pagarés,
es un derecho natural. (…) El derecho a la banca (…) es un
derecho tan natural como el de fabricar hilo».
Es una verdad innegable que los anarquistas
tradicionalistas aceptaban la teoría del valor trabajo. Esto
19. significaba que rechazaban el beneficio del capital en tres
formas en concreto: intereses del dinero, renta y beneficio en
el intercambio, a todo lo cual llamaban «usura». Si su
objetivo político principal puede calificarse como «la
abolición del Estado», no es exagerado decir que su principal
objetivo económico era la «abolición del monopolio del
dinero». Y con este término (»monopolio del dinero») se
referían a tres formas distintas pero interrelacionadas de
monopolio: banca, intereses y emisión de moneda.
Quiero centrarme enteramente (como ya he hecho) en la
emisión de moneda, que creo que ofrece una buena visión de
cómo el anarquista individualista se aproximaba a todos los
temas de la «usura». Algunos anarquistas individualistas,
como Benjamin Tucker, consideraban el derecho a emitir
moneda privada tan importante que creían que con esto solo
podrían conseguir la destrucción del Estado. El monopolio
del dinero se consideraba como el medio por el que los
bancos se sostenían y robaban oportunidades económicas al
ciudadano medio. Mediante el acto de la incorporación, los
banqueros se convertían en inmunes a las obligaciones
personales: adquirían la ventaja legal de ser capaces de
contratar evitando la responsabilidad por hacerlo. No era
solo una estafa en el dinero la que hacían públicamente los
banqueros, también negaban crédito a la gente trabajadora
estableciendo tipos de interés prohibitivos o criterios para
20. adquirir crédito.
El sistema bancario alternativo que defendía Tucker era
lo que William B. Greene llamaba «dinero mutuo», al que
Spooner se refería (en su tratado A New System of Paper
Currency) como «el dólar invertido» y al que el anarquista
socialista francés Pierre Proudhon llamaba «el banco del
pueblo». Con estos términos, todos se referían a una moneda
que la gente ordinaria podía emitir y que estaría garantizada
por sus propiedades. La llamaré a partir de aquí «dinero
mutuo». Spooner lo describía así: «La moneda aquí
propuesta no está en la naturaleza de una moneda crediticia
(…) constituye simplemente un certificado bona fide de
existencias, que los propietarios tienen el mismo derecho a
vender del que tiene para cualquier otro título».
Dicho de otra manera: Cuando Spooner hablaba de un
«dólar invertido» o «dinero mutuo», en lugar de a un «dólar
en metálico», se refería a dinero que estaba respaldado por
«propiedad de una naturaleza fija y permanente», como una
casa, en lugar de a moneda que estuviera respaldada por oro
o plata. Quería decir un dinero que estaba basado en una
forma de deuda que funcionaba como una hipoteca.
Y este dinero mutuo era primordial para dar poder al
trabajador. En Poverty: Its Illegal Causes and Legal Cure,
Spooner argumentaba que el hombre merecía los frutos
21. completos de su trabajo y la forma más probable de que
ocurriera esto era que cada hombre fuera su propio jefe. Pero
para convertirse en su propio jefe, la mayoría de la gente
necesitaba acceso al crédito sobre su propio capital, sobre
cualquier cosa que pudiera hipotecar: necesitaba el crédito
que los bancos habitualmente le denegaban mediante su
monopolio.
En ese punto, al pregunta clave pasa a ser: ¿qué pasa si el
emisor de moneda privada decide cobrar intereses por su uso?
¿Se prohibiría por la fuerza esa práctica? La respuesta a esta
pregunta era lo que separaba a los defensores de la teoría del
valor trabajo que eran socialistas de los que eran libertarios.
Los ciclistas habrían prohibido estas prácticas. Los
anarquistas individualistas respondían: «Si un prestamista
puede encontrar a alguien suficientemente tonto como para
firmar un contrato así, entonces debe dejarse a las partes
contratantes a su tontería». El derecho a contratar (la
«sociedad por contrato») era la ley superior. Los únicos
remedios que habrían puesto en marcha los anarquistas
individualistas contra los que cobraran o pagaran intereses
serían la educación y el establecimiento de bancos y
monedas paralelos que ofrecerían lo que consideraban que
era una mejor oferta. Los anarquistas individualistas daban
primacía al libre mercado y el derecho a contratar (esto es lo
que les hacía libertarios en lugar de socialistas).
22. Uno de los acontecimientos más trágicos en la historia
libertaria fue la destrucción por fuego de las oficinas de
Tucker, que llevaron al abandono de Liberty en 1908. Una
dimensión importante de la tragedia fue el debate sobre
economía que estaba empezando a reabrirse en las páginas de
Liberty entre los anarquistas americanos y un grupo llamado
los individualistas británicos.
Los individualistas británicos eran el equivalente inglés
al círculo de Tucker en Estados Unidos y eran (en general)
peores en teoría política, pero mejores en economía. De entre
las mejores voces en economía (en mi opinión) estaba J.
Greevz Fisher. En un debate que se inició en 1891, apuntaba
que ya existía en cierto modo un sistema de banca mutua en
el sentido de que la gente era libre de emitir letras sobre
productos como el algodón o el trigo, y aún así, el Banco de
Inglaterra (el país desde el que argumentaba) aún no se había
derrumbado. Además, decía:
Los planes para producir la abolición del interés,
especialmente cuando los autores lo promulgan como una
consecuencia necesaria del libre comercio en la banca, son
perniciosos. (…) Lo que se califica como libre comercio en
banca significa en realidad solo una libertad ilimitada de crear
deuda. Es la errónea calificación de la deuda como dinero lo
que trae la mayoría de las mentiras de los maniáticos de la
moneda.
23. En un segundo debate que se produjo en 1893, Fisher
resumía claramente el problema de la postura anarquista
individualista:
Mr. Bilgram [la persona con la que estaba discutiendo] no
parece darse cuenta del argumento de que el tipo de interés
en los préstamos [seguiría existiendo] bajo un sistema de
trueque (…) El interés es el alquiler de los productos que se
separan de su propietario y se confían a otra persona. El
tiempo de separación es una privación para una parte (…)
y un beneficio para la otra.
Si hubiera continuado la discusión, probablemente los
anarquistas americanos se habrían acercado a la opinión
austriaca sobre los intereses y el capital, igual que los
individualistas británicos se habrían acercado al anarquismo.
Con una síntesis como esa, el libertarismo moderno podría
haber aparecido décadas antes de hacerlo. En conclusión, tal
y como yo lo veo, cualquiera que hayan sido las diferencias
económicas entre la tradición del siglo XIX y la actual son
diferencias sin consecuencias prácticas.
Repito, con referencia al monopolio del dinero, dejando a
Murray Rothbard explicar lo que quiero decir:
Supongamos, por ejemplo, que decido imprimir billetes
calificados como «dos Rothbards», «diez Rothbards», etc. y
luego trato de usarlos como dinero. En la sociedad
24. libertaria, tendría perfecto derecho y libertad para hacerlo.
Pero la pregunta es: ¿quién aceptaría estos billetes como
«dinero»? El dinero depende de la aceptación general y la
aceptación general de un medio de intercambio solo puede
basarse en productos, como el oro y la plata.
Rothard resumía lo que creía que sería el impacto del dinero
mutuo: «la sociedad anarquista (…) llevaría a una moneda
mucho más "fuerte" de la que tenemos ahora. Sin el Estado
para crear las condiciones y coacciones para una inflación
continua, los intentos de inflación y expansión del crédito no
podrían tener éxito en el mercado libre».
Mientras la postura por defecto del anarquismo
individualista fuera la primacía de los contratos (y siempre lo
fue) el libre mercado habría tenido establecido
inexorablemente el interés y la moneda fuerte. Y eso es lo
que quiero decir cuando digo que las teorías eran una
diferencia sin ningún significado práctico.
Resumiendo: Primero, los anarquistas individualistas
habrían permitido que se produjeran prácticas como los
intereses entre partes que los acordaran. Segundo, sin
restricciones impuestas, dichas prácticas se habrían
producido; de hecho, habrían florecido. Tercero, y es más
especulación, la inclinación práctica de los anarquistas
individualistas que les hacía poner a prueba sus teorías
sociales les hubiera acabado llevando a cuestionar y tal vez
25. rechazar «la teoría del valor trabajo» cuando se enfrentaran a
las realidades que la niegan, o cuando se hubieran enfrentado
unas pocas veces más con los indignados individualistas
británicos que les superaban en economía. Pero este último
punto es una mera especulación.
Así que ¿cuál es mi última palabra sobre la importancia
del anarquismo individualista? Por citar de nuevo a Murray:
A mediados del siglo XIX, la doctrina individualista
libertaria había llegado al punto en que sus pensadores
más avanzados en sus distintas maneras habían empezado a
darse cuenta de que el Estado era incompatible con la
libertad o la moralidad. Pero solo llegaron a afirmar el
derecho del individuo solitario a salirse de la red del
Estado. (…) Spooner y Tucker avanzaron en el
individualismo libertario a partir de una protesta contra los
males existentes apuntando a la vía hacia una sociedad
ideal hacia el que podemos dirigirnos.
El anarquismo individualista americano fue más allá de una
ideología personal o una que simplemente protestaba contra
el Estado; proporcionó un plan para la libertad social.
Autor
Wendy McElroy es una anarquista individualista y feminista
individualista canadiense. Fue cofundadora junto con Carl
26. Watner y George H. Smith de la revista The Voluntaryist en
1982.