El anonimato ha estado presente a lo largo de la historia en las artes, la política y los crímenes. Aunque el anonimato en Internet parece total, siempre dejamos datos que nos identifican al visitar sitios web o registrarnos. Las redes sociales pueden clasificarse según su apoyo u oposición al anonimato. El anonimato también plantea problemas como la suplantación de identidad, insultos anónimos y contactos de pederastas con menores.