El documento describe las diferencias entre dos eventos bíblicos: la ira de Dios y el día de Jehová. Señala que la ira de Dios ocurre mundialmente al principio de la semana 70 y trae juicios, mientras que el día de Jehová ocurre al final de la semana 70 solo en Israel y marca la segunda venida de Cristo. Critica una doctrina que confunde estos eventos y fuerza una interpretación errónea de la cronología y secuencia profética.