El arte gótico surgió en Europa en el siglo XII después del arte románico y se caracterizó por aplicarse en la arquitectura civil y religiosa, la escultura, las vidrieras, la pintura y los manuscritos. Tuvo variantes en diferentes lugares como la escuela francesa representada por Notre Dame, la escuela española por la catedral de Toledo, la escuela portuguesa por el monasterio de Belem y las escuelas alemana e italiana por las catedrales de Colonia y Florencia respectivamente.