Los niños Luc, Adela y Nico reprobaron un examen de matemáticas y el maestro Felipe les dio otra oportunidad. Cuando se reunieron para el segundo examen, el maestro Felipe cayó al suelo moribundo y les pidió encontrar a su asesino, dejándoles pistas. Siguiendo las pistas, los niños llegaron a la casa del director y se encontraron con que el maestro Felipe estaba vivo; lo que habían hecho era en realidad su segundo examen, el cual aprobaron.