El cabrito desobedece la advertencia de su madre de no abrir la puerta a los depredadores. Cuando un lobo finge ser la madre cabra para entrar, el cabrito se da cuenta del engaño y se niega a abrir la puerta, salvaguardando su seguridad y la de la casa. El cuento termina aconsejando seguir los consejos de los padres para vivir feliz.