Un campesino cansado del trabajo en su granja decidió venderla, por lo que le pidió a su vecino poeta que escribiera el anuncio de venta. El poeta escribió un anuncio que describía la granja de una manera muy positiva. Cuando el poeta regresó, se sorprendió al ver al campesino aún trabajando allí; el campesino le explicó que después de leer el anuncio se dio cuenta de lo maravilloso que era su lugar. La moraleja es que debemos apreciar lo que tenemos en lugar de esperar a que