El documento describe el concepto de "cuerpo reciclado", que implica el miedo moderno al envejecimiento y la necesidad de ser admirado por la belleza y la juventud. Esto lleva a trastornos como la anorexia, la bulimia y la obsesión con la cirugía plástica. Originalmente, las cirugías como la rinoplastia y la lipoescultura tenían fines médicos, pero ahora se usan para manipular físicamente el cuerpo y retrasar los signos de la edad.