El documento describe cómo el graffiti ha evolucionado de un arte clandestino a ser aceptado por la sociedad, fusionándose con el diseño gráfico y la ilustración. También explica cómo algunas marcas como Sprite, Goodyear y Adidas han usado el graffiti en sus campañas publicitarias. Además, señala que el graffiti organizado podría usarse para crear galerías de arte callejero y elevar el nivel cultural de los barrios.