1. El Eco del Arte Contemporáneo
Por: Andrea Y. Ruiz Rodríguez
Recuerdo haber verbalizado en algún momento que cada vez que aprendía de un tema del
arte contemporáneo, sentía que había logrado abrir una nueva dimensión en juego mental. Y en
la medida en que he ido aprendiendo del arte, me convenzo más de la importancia que tiene la
educación artística y la accesibilidad de la misma por una variedad de razones; desde el
empoderamiento y la visibilización que puede conllevar sus prácticas, hasta los paradigmas
desde donde actúan los movimientos y los trabajadores del arte, los cuales de una forma u otra,
contribuyen al mejoramiento del bienestar social. Y es que según Stephen Johnston (2008) el
compromiso con la cotidianidad atada al arte contemporáneo, también indica el deseo de darle
voz a los silenciados por aquellos con discursos e ideologías dominantes.
Como estudiante de Trabajo Social, me parecen fascinante tales aspectos sociales
envueltos en el arte. El arte ha abandonado las operaciones tautológicas y ha asumido un
ejercicio de reflexión meta cultural, donde delibera sobre la naturaleza paradójica de los códigos
de identidad, sostentabilidad y habilidad que la misma produce (Carillo, 2009). Por tal razón, me
propongo a analizar algunos de los artistas, prácticas, temas u obras con repercusiones sociales,
que considero ejemplos pertinentes como herramientas para el desarrollo y el progreso de
nuestra sociedad.
Crisis económica, desempleo, inaccesibilidad de servicios, personas sin hogar, pésima
calidad de educación pública, maltrato de menores, inequidad, estigma, son solo algunos de los
problemas sociales que persisten en el país. Abuso de poder, discrimen, y problemas de salud
mental, son parte de la problemática destacada por la artista puertorriqueña Marisol Plard, en su
2. video instalación ‘12 Vecinas’. En su obra ‘12 Vecinas’ la artista lleva al espectador a la
experiencia de reflexionar profundamente los relatos de la cotidianidad de una comunidad con
unas necesidades inminentes y unas polémicas problemáticas, a través de un mensaje autónomo,
genuino y vigoroso que comúnmente es ignorado por la mayoría de los residentes de la isla. El
medio de la obra es atractivo y comprensible para la mayoría de la población, por lo que entiendo
que la misma debería ser un proyecto para llevar a cabo en distintas comunidades especiales o de
bajo recursos, que necesiten visibilizar sus necesidades y promover el comienzo de una acción
social en vía a la unión y al reclamo de los derechos humanos.
Mientras que en el otro lado del mundo, Ai Weiwei ejecuta una función similar a
la de Marisol Plard. El artista que declara que prefiere implantar ideas en sus colaboradores y en
cualquier otra persona que pueda utilizarla (Ai Weiwei: Never Sorry, 2012); el hombre que
investigó sobre las víctimas del terremoto en una escuela elemental en China con una pobre
infraestrucutura; y quien plantea que si no se actúa, el peligro se vuelve más fuerte (Ai Weiwei:
Never Sorry, 2012), ha causado conmover al gobierno Chino y al resto del mundo, por su lucha
con la transparencia. A falta de recursos de medios de comunicación accesibles que eduquen a la
población mediante la verdad, florecen artistas como éste y como Suzanne Lacy, quien al igual
que Ai Wei Wei, está comprometida con el cambio social.
Según la artista, el arte apoya diferentes perspectivas, lo cual sugiere un cambio en la
forma de pensar reflejado en un cambio en la manera de actuar. Dicho compromiso de Suzanne
Lacy ha sido evidente desde su performance ‘3 weeks in May’ en 1977, sobre la violencia hacia
la mujer, donde en colaboración con otras artistas publicó hechos, información y e historias
nunca antes reveladas. De igual forma, ‘The Tattoed Skeleton’ (2010), trabaja el tema de la
violencia mediante relatos escritos en mascaras blancas como símbolo del escondite en el que se
3. encuentran las mujeres víctimas de violencia. No obstante, su compromiso no ha sido solo con
los temas de la mujer. En 1991, hizo un proyecto titulado ‘Cancer Notes’, documentado como un
artículo gráfico, en donde entrevistó pacientes, doctores, enfermeras, investigadores y
administradores del Hospital Roswell Memorial y fue haciendo conexiones de las declaraciones
que formaban un gran dibujo sobre papel de periódico, que luego instaló en un espacio para
generar discusión entre los participantes sobre sus experiencias y observaciones. La información
que esta mujer tiene y la intención es la misma que tenemos los y las trabajadoras sociales. Nos
falta el conocimiento de los medios y prácticas para operar de forma que logremos impactar a
una gran cantidad de personas de manera creativa como los trabajadores y trabajadoras del arte.
El empoderamiento, el desarrollo del bienestar social, la defensa de los derechos
humanos, la destrucción de conceptos socialmente edificados, y la promoción de la autogestión y
una mejor calidad de vida es lo que ha definido mi preparación profesional y por consiguiente es
inevitable sentir emoción cuando identifico estos conceptos fuera de la disciplina en donde la
academia me los ha señalado. Pero evidentemente, el trabajo transdisciplinario del arte
contemporáneo, junto con las colaboraciones y la búsqueda de destacar la cotidianidad, que a mi
entender son problemas sociales, hace del arte un ejemplo a seguir como mecanismo para
mejorar la calidad de vida. Si hasta entonces no es suficiente, aprendamos del sentido de
comunidad de Fluxus, de la celebración de la diversidad y el mensaje de autogestión que
plantean. Y ¿qué hay con la necesidad pedagógica de la cual nos habló Noemí Segarra que la
inspira para educar de manera kinestética? Un país con un pobre sistema educativo en donde las
artes no son accesibles, segrega y hace del arte un lujo del cual solo unos pocos tienen la
oportunidad de experimentar. Y me rehúso. Y agradezco.
4. Me rehúso a que aún en la Universidad, en donde se supone sea un espacio de libertad, se
cuestionen las bellas artes como materias complementarias a un grado en conducente al
profesional del comportamiento humano. Y Agradezco a Noemí Segarra, a Félix Rodríguez, a
Pablo Guardiola por sus movimientos. Agradezco a Marisol Plard por explotarme el hipotálamo
en La Perla, comentando que sin el arte fuera una delincuente, que el arte es una necesidad de
expresión, y que dentro de nuestro contexto, no se puede hacer estupideces. Y agradezco a
Mabel T. López Ortiz, a Efraín Emanuelli, a Salvador Santiago Negrón que no son trabajadores
del arte ni tienen exhibiciones en el Museo de Arte de Puerto Rico, pero implantan ideas y
visibilizan situaciones que hacen la diferencia para nuestro pueblo. Y agradezco a Chemi Rosado
Seijo, por su proyecto ‘El Cerro’. Por unir individuos y hacer un colectivo. Colectivo que sembró
educación, sentido de pertenencia y superación en Naranjito. Al igual que Dhara Rivera llevó a
cabo en el Río grande de Loíza, en donde logró comprometer a miembros de la comunidad
cercana, despertando un sentido de pertenencia por el espacio y a su vez aportando al desarrollo
de un cuerpo colaborativo, activo y unido dándole el ejemplo y una voz a una comunidad que
probablemente no tenía memoria. Y agradezco a Francis Alys por ser el precursor de mi interés
por el Land Art y el arte político, y por señalar que lo más importante de sus obras es lograr la
acción colectiva y que esta modifique la democracia y la autoestima ciudadana (Segura, 2009).
Lograr la acción colectiva que el alcanzó en el 2002 en ‘Cuando la fé mueve montañas’ a
través de la experiencia artística. Ese logro, es la utopía de una gran parte de estudiantes y
profesionales preocupados por el individualismo y el abandono de la importancia a las
soluciones de las necesidades de los pueblos. Los planteamientos acerca de su trabajo: “La
ciudadanía abandona el papel pasivo de espectador para protagonizar en forma ritual una
experiencia arrebatada por la represión política”, “devolver la ciudad a los ciudadanos”, “generar
5. noción de esperanza”, “representación de las demandas minoritarias”, hace que éste se posicione
como el Maquiavelo del arte contemporáneo y de las personas con hambre de un cambio creativo
de pensamiento y acción. Personas como Richard Long con el inicio del minimalismo y del arte
de esculpir la tierra, con la intención de dejar la huella de forma u otra. Como Regina Galindo,
con la denuncia de la situación de Guatemala. Y como Joseph Beuys, quien señala que el arte
tiene un efecto terapéutico individual y social, que se adapta a todas las áreas de enseñanza y es
capaz de germinar en cada una de ellas (Ferrando, 2012)
Yo creo rotundamente que el arte es capaz de germinar en todas las áreas de enseñanza, y
creo en su utilidad no tan solo terapéutica sino en términos de mejoramiento social a nivel
individual y colectivo. Pues las exposiciones que implican la denuncia de los grupos marginados
ayudan a restablecer la justicia y la inclusión, haciendo oír la voz de los que no tienen voz. El
arte ofrece un espacio para la transformación por que la participación en la creación nos
transforma. (Martínez & López, 2009). Y creo en la transformación de mi profesión. Y por ende
en la unión de estas dos disciplinas para el logro de los objetivos anteriormente mencionados:
empoderamiento, autogestión, defensa de los derechos humanos y bienestar social. Los
movimientos artísticos se ha manifestado socialmente, es tiempo que lo social trascienda a lo
artístico.
6. Referencias
Carrillo, J. (2009). Habitar y transitar: reflexiones sobre los espacios de la vida actual. En Juan
Antonio Ramírez y Jesús Carillo, Tendencias del arte, arte de tendencias a principios del
siglo XXI (pp. 127-155). Madrid: Ensayo Cátedra.
Ferrando, B. (2012). Arte y Cotidianidad I: Apuntes para la transformación de la práctica común
en hecho artístico. En Bartolomé Ferrando, Arte y Cotidianidad: hacia la transformación
de la vida en el arte (pp. 19-39). Madrid: Ediciones Árdora
Johnston, S. (2008). Introduction: Recent art and the everyday. En Stephen Johnstone, The
Everyday. (pp. 12-23). Londres y Cambridge: Whitechapel: Documents of Contemporary
Art.
Klayman, A. (2012). Ai Weiwei: Never Sorry. MUSE Film and Television.
Martínez, N. & M. López. (2009). Reinventar la vida: El arte como terapia. Madrid: Eneida.
Segura, J. (2009). Arte , espacio público y participación ciudadana en la obra de Francis Alys.
Ciudades (im)propias: la tensión entre lo global y lo local. Universidad Politécnica de
Valencia.