El documento habla sobre los peligros de vivir apresuradamente y propone vivir de forma más lenta y consciente. Sugiere que la hiperactividad actual nos hace descuidar lo realmente importante de la vida y enfermarnos del "virus de la prisa". Para curarnos, debemos desacelerar nuestro ritmo alocado, apreciar cada momento y priorizar nuestras relaciones sobre otras metas secundarias.