En 3 oraciones:
Pablo argumenta que tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, la salvación es por fe y no por obras de la ley. Cita varios pasajes del Antiguo Testamento como Abraham y otros que muestran que la justificación es por fe. Jesús se hizo maldición para redimirnos de la maldición de la ley, cumpliendo así las promesas del Antiguo Testamento.
1. LA FE EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
Lección 5 para el 29 de octubre de 2011
2. Para Pablo, el
ANTIGUO TESTAMENTO planteamiento de NUEVO TESTAMENTO
que la salvación era
distinta en el
Antiguo y en el
Nuevo Testamento
era incorrecto.
Los hombres se salvaban Los hombres se salvan por
por la obediencia a la ley fe, creyendo en el
¿Qué argumentos sacrificio de Jesús
usa Pablo en Gálatas
para enseñar que el
hombre se salvaba
“Observad mis estatutos y por fe tanto en el “Porque por gracia sois
mis preceptos, pues todo Antiguo como en el salvos por medio de la fe; y
el que los practique vivirá
Nuevo Testamento? esto no de vosotros, pues
por ellos. Yo soy el Señor” es don de Dios” (Efesios, 2:
(Levítico, 18: 5 NVI) 8)
3. “Esto solo quiero saber de vosotros:
¿Recibisteis el Espíritu por las obras
de la ley, o por el oír con fe?” (Gálatas, 3: 2)
Los gálatas estaban aceptando un “evangelio”, basado en una
interpretación errónea del Antiguo Testamento, que enseñaba
que debían obedecer la ley para tener vida.
Pablo les hace reflexionar preguntándoles si recibieron el
Espíritu Santo cuando creyeron en Jesús o cuando comenzaron a
obedecer la ley.
Sin lugar a dudas, recibieron el Espíritu Santo en el momento en
que creyeron en Jesús, sin haber hecho nada para merecerlo.
4. “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar,
para redargüir, para corregir, para instruir en justicia”
(2ª de Timoteo, 3: 16)
Pablo defendió la inspiración del Antiguo Testamento y basó en él
sus enseñanzas sobre la salvación por la fe.
Si Pablo hubiese considerado que el Antiguo Testamento enseñaba
una forma distinta de salvación, lo habría desechado.
5. ¿Qué textos del Antiguo Testamento usa Pablo en su argumentación en
Gálatas, 3: 6-14?
v. 6 “Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia” (Génesis, 15: 6)
v. 8 “Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y
serán benditas en ti todas las familias de la tierra” (Génesis, 12: 3)
“Maldito sea quien no practique fielmente las palabras de esta ley. Y
v. 10
todo el pueblo dirá: ¡Amén!” (Deuteronomio, 27: 26 NVI)
v. 11 “He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo
por su fe vivirá” (Habacuc, 2: 4)
“Por tanto, guardaréis mis estatutos y mis ordenanzas, los cuales
v. 12
haciendo el hombre, vivirá en ellos. Yo Jehová” (Levítico, 18: 5)
“No dejaréis que su cuerpo pase la noche sobre el madero; sin falta lo enterrarás
v. 13 el mismo día, porque maldito por Dios es el colgado; y no contaminarás tu tierra
que Jehová tu Dios te da por heredad” (Deuteronomio, 21: 23)
6. Los adversarios de Pablo enseñaban que Abraham fue declarado justo por su perfecta
obediencia: abandonó su tierra, aceptó la circuncisión, estuvo dispuesto a sacrificar a su hijo…
Pablo clarifica la cuestión indicando que Abraham fue declarado justo cuando creyó en la
promesa divina. Su obediencia fue consecuencia de su fe.
1. Dios llama a Abram y le promete que sería una gran
nación, le bendeciría, engrandecería su nombre y sería
bendición para toda la tierra (Génesis, 12: 1-3)
† Por la fe en la promesa, salió de Ur (Hebreos, 11: 8)
2. Dios le prometió un hijo a Abram (Génesis, 15: 1-6)
† Él creyó y le fue contado por justicia (Gálatas, 3: 6)
7. Los adversarios de Pablo enseñaban que Abraham fue declarado justo por su perfecta
obediencia: abandonó su tierra, aceptó la circuncisión, estuvo dispuesto a sacrificar a su hijo…
Pablo clarifica la cuestión indicando que Abraham fue declarado justo cuando creyó en la
promesa divina. Su obediencia fue consecuencia de su fe.
1. Dios llama a Abram y le promete que sería una gran
nación, le bendeciría, engrandecería su nombre y sería
bendición para toda la tierra (Génesis, 12: 1-3)
† Por la fe en la promesa, salió de Ur (Hebreos, 11: 8)
2. Dios le prometió un hijo a Abram (Génesis, 15: 1-6)
† Él creyó y le fue contado por justicia (Gálatas, 3: 6)
3. Dios le pidió que obedeciese sus mandamientos y le dio
la circuncisión, después de ser contado como justo
(Génesis, 17: 1-10)
† La circuncisión se le dio a Abraham como señal del
pacto, basado en las promesas divinas, en las que
ya había creído (Romanos, 8: 9-12)
4. Dios le ordenó a Abraham que sacrificara al hijo
prometido, Isaac (Génesis, 22: 1-19)
† Por fe estuvo dispuesto a ofrecerlo, pensando en
que Dios es poderoso aún para levantarlo de los
muertos (Hebreos, 11: 17-19)
8. Como vimos al estudiar Gálatas 1, Pablo enseña que hay un
único evangelio.
Este es un argumento más para entender que la salvación es
sólo por fe, tanto en el Nuevo como en el Antiguo Testamento.
¿Cómo se presenta el evangelio en el Antiguo Testamento?
El sistema sacrificial del santuario/templo.
Cuando una persona cometía una falta, debía
ofrecer una víctima por su pecado. Obtenía el
perdón por la fe en la sangre inocente ofrecida
en su lugar, representativa de la sangre que
Jesús derramó en la cruz (Levítico, 17: 11)
En la vida de David.
David, arrepentido, solicita el La visión del sumo sacerdote Josué.
perdón. Él no podía hacer Dios le quita a Josué sus vestiduras
ninguna obra para merecer el viles (símbolo de sus pecados). Sólo
perdón, éste le fue otorgado cuando ya ha sido perdonado se le
por gracia (Salmo, 32: 1-5; pide que ande en los caminos de
2ª de Samuel, 12: 1-13) Dios y guarde sus ordenanzas
(Zacarías, 3: 1-7)
9. “No hay discordia entre el Antiguo y el
Nuevo Testamento. En el Antiguo
Testamento encontramos el Evangelio
de un Salvador que vendría; en el
Nuevo Testamento tenemos el
Evangelio de un Salvador revelado
como lo habían predicho las profecías.
Mientras que el Antiguo Testamento
continuamente anuncia de antemano
la verdadera ofrenda, el Nuevo
Testamento muestra que el Salvador
anticipado por las ofrendas simbólicas
ya ha venido. La opaca gloria de la era
judaica ha sido reemplazada por la
gloria más brillante y más clara de la
era cristiana”
CBA, tomo 6. Comentarios de Elena G. de White sobre 2ª de Corintios, 3: 7-11
10. BAJO MALDICIÓN
“Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición,
pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas
escritas en el libro de la ley, para hacerlas” (Gálatas, 3: 10)
La más leve violación de las ordenanzas de la ley era suficiente para incurrir en la
maldición. Por tanto, todos estamos bajo maldición, pues todos somos pecadores.
“La ley no podía redimir a los que habían atraído sobre
sí la maldición, lo cual incluía a todos los que alguna
vez habían buscado la justificación por medio de la ley.
Sólo se podía ser liberado de la maldición por medio
de la fe en Cristo. Mientras estuvieron bajo la tutela de
la ley en los tiempos del AT, todos los que prefirieron
servir al Señor hallaron la salvación por medio de la fe
en el Mesías prometido. La ley no fue su salvador, sino
sólo su "ayo" (vers. 24) para llevarlos al Salvador y
ayudarlos a entender las estipulaciones que el cielo
había hecho para su salvación. La ley era buena en sí
misma y por sí misma, pues Dios la había dado; pero
era completamente impotente para salvar al hombre
de sus pecados” (CBA, tomo 6, sobre Gálatas, 3: 10)
11. BAJO MALDICIÓN
“Cristo nos redimió de la maldición de
la ley, hecho por nosotros maldición
(porque está escrito: Maldito todo el que
es colgado en un madero)” (Gálatas, 3: 13)
Cristo, sin estar bajo la
maldición de la ley (pues la
obedeció completamente), se
hizo maldición por nosotros,
para poder redimirnos.
“Nuestro Señor nació "bajo la ley” (cap. 4: 4) para así poder redimir "a los que
estaban bajo la ley" (vers. 5). Su muerte en la cruz expió "las transgresiones que
había bajo el primer pacto" (Heb. 9: 15) y también las que se cometieran
después de la cruz. Por eso tomó sobre sí "la maldición" en la que habían
incurrido los que vivieron "bajo la ley", pero que por fe anticipaban la expiación
que Cristo finalmente les proporcionaría” (CBA, tomo 6, sobre Gálatas, 3: 13)
12. En la cruz, Jesús
cargó una
maldición.
Pero no era
la suya…
era la mía.
¡Gracias, Jesús!