Un fantasma sufría de asma y su médico, Don Godofredo, fue llamado para diagnosticar y tratar su enfermedad. Aunque el fantasma estornudaba mucho, el médico no podía recetar inyecciones u otros tratamientos convencionales debido a su condición de fantasma. En lugar de eso, le recetó grandes dosis de medicina para aliviar su corazón solitario.