El documento describe diferentes tipos de puentes, desde los sólidos e imponentes hasta los delicados y poéticos. Sin embargo, destaca que hay un puente en particular que se construyó hace siglos y sigue siendo el mayor y mejor jamás creado: a través de Ella, el Espíritu Santo unió el Cielo y la Tierra cuando el Verbo se hizo carne y llegó a habitar entre la humanidad. Se refiere a la Virgen María como el puente entre Dios y el hombre.