Este documento enfatiza la importancia del encuentro personal con Jesucristo para los catequistas. Explica que los catequistas guían a los niños hacia Jesús y deben conocerlo a través de su propia experiencia transformadora con Él, como lo hicieron Mateo, la samaritana y Zaqueo según la Biblia. Finalmente, insta a los catequistas a no desanimarse de enseñar el seguimiento de Cristo y guiar a otros por el camino hacia la vida a través de Él.