El documento describe al monje budista Matthieu Ricard, quien se sometió a escáneres cerebrales que lo identificaron como la persona más feliz del planeta. A pesar de no tener dinero, éxito, relaciones o posesiones materiales, Ricard alcanzó altos niveles de felicidad a través del entrenamiento de la mente en el budismo. Los estudios muestran que enfocarse en pensamientos positivos fortalece las conexiones cerebrales asociadas con emociones placenteras y la felicidad.