El oso pardo asturiano está en peligro de extinción, con solo 80 ejemplares restantes. Es un mamífero omnívoro vivíparo que se alimenta de plantas, miel y carne. Alcanza la madurez sexual entre los 3 y 5 años y se reproduce de mayo a julio. Pasa el invierno hibernando en oseras preparadas con hierba y ramajes, durmiendo enrollado.