El documento describe una criatura sobrenatural que se creía era el demonio encarnado en la forma de un perro con cuernos que emitía sonidos aterradores. La criatura arrastraba una pesada cadena y producía estruendos que hacían temblar a quienes los escuchaban. Sus aullidos de mal augurio se creía presagiaban la muerte próxima, especialmente de campesinos o indígenas, como indicaba un dicho popular de la época.