Un shuar imitó repetidamente el canto de un sapo llamado Kuartam a pesar de las advertencias de su esposa de que el sapo podría transformarse en un tigre. Finalmente, el sapo se enfureció y se transformó en un tigre, devorando al shuar. Más tarde, la esposa derribó el árbol donde vivía el sapo Kuartam y lo cortó para recuperar las piernas de su esposo.