Ainara recibe un sillón mágico llamado "El sillón de los deseos" en su cumpleaños 10. El sillón concede deseos, pero solo si la persona desea algo que beneficie a los demás antes que a sí misma. Ainara y sus amigos piden deseos egoístas que no se cumplen. Mateo descubre la instrucción clave. Ainara luego desea felicidad y amor para todos en su ciudad, un deseo altruista que el sillón concede.