El estudiante propuso tres diseños para proteger un huevo al caer desde 3.25 metros: 1) algodón en el interior y pelota de plástico en el exterior, 2) algodón y tarro de leche en polvo, 3) huevo envuelto en cinta adhesiva y foami. Solo el primer diseño tuvo éxito, absorbiendo el impacto gracias a la combinación de materiales suaves y duros.