Este documento discute el problema continuo del terrorismo y la delincuencia armada en España. Explica que las principales organizaciones terroristas en las prisiones españolas son ETA, GRAPO y grupos islamistas. Estas organizaciones mantienen una fuerte influencia sobre sus miembros incluso en prisión y usan tácticas como el chantaje y la violencia para lograr sus objetivos políticos. El documento argumenta que las prisiones juegan un papel clave en la lucha contra el terrorismo.