2. José María Heredia:
• Precursor del romanticismo corriente que busca la
inspiración en la sensibilidad e imaginación resaltando el yo
poético. Los poetas se sienten incomprendidos, los
caracterizan la tristeza y el desaliento.
• Vive en el exilio por conspirar contra el dominio español y
escribe sus mejores poesías en el destierro.
• Poeta cubano.
• Heredia escribe entre el neoclasicismo
del siglo XVIII (18) y el romanticismo del
siglo XIX (19).
3. José María Heredia
•Su poesía capta la dolorosa angustia y la melancolía
del romántico.
•Siente una constante nostalgia por Cuba y que lo hace
idealizar a su patria y así lo plasma en su obra que
refleja temas de lejanía y de ausencia.
• La corta pero prolífica vida de José María Heredia
transcurrió en Santo Domingo, Venezuela, Cuba,
México y los Estados Unidos durante la primera mitad
del siglo XIX
•“En una tempestad” refleja la amenaza de una
tormenta en la bahía de Matanzas y se mezclan estos
sentimientos con los de lejanía.
4. Huracán, huracán, venir te siento,
Y en tu soplo abrasado
Respiro entusiasmado
Del señor de los aires el aliento.
En las alas del viento suspendido
Vedle rodar por el espacio inmenso,
Silencioso, tremendo, irresistible
En su curso veloz. La tierra en calma
Siniestra; misteriosa,
Contempla con pavor su faz terrible.
¿Al toro no miráis? El suelo escarban,
De insoportable ardor sus pies heridos:
La frente poderosa levantando,
Y en la hinchada nariz fuego aspirando,
Llama la tempestad con sus bramidos.
¡Qué nubes! ¡qué furor! El sol temblando
Vela en triste vapor su faz gloriosa,
Y su disco nublado sólo vierte
Luz fúnebre y sombría,
Que no es noche ni día...
¡Pavoroso calor, velo de muerte!
Los pajarillos tiemblan y se esconden
Al acercarse el huracán bramando,
Y en los lejanos montes retumbando
Le oyen los bosques, y a su voz responden.
Llega ya... ¿No le veis? ¡Cuál desenvuelve
Su manto aterrador y majestuoso...!
¡Gigante de los aires, te saludo...!
En fiera confusión el viento agita
Las orlas de su parda vestidura...
¡Ved...! ¡En el horizonte
Los brazos rapidísimos enarca,
Y con ellos abarca
Cuanto alcanzó a mirar de monte a monte!
EN UNA
TEMPESTAD
5. ¡Oscuridad universal!... ¡Su soplo
Levanta en torbellinos
El polvo de los campos agitado...!
En las nubes retumba despeñado
El carro del Señor, y de sus ruedas
Brota el rayo veloz, se precipita,
Hiere y aterra a suelo,
Y su lívida luz inunda el cielo.
¿Qué rumor? ¿Es la lluvia...? Desatada
Cae a torrentes, oscurece el mundo,
Y todo es confusión, horror profundo.
Cielo, nubes, colinas, caro bosque,
¿Dó estáis...? Os busco en vano:
Desparecisteis... La tormenta umbría
En los aires revuelve un océano
Que todo lo sepulta...
Al fin, mundo fatal, nos separamos:
El huracán y yo solos estamos.
¡Sublime tempestad! ¡Cómo en tu seno,
De tu solemne inspiración henchido,
Al mundo vil y miserable olvido,
Y alzo la frente, de delicia lleno!
¿Dó está el alma cobarde
Que teme tu rugir...? Yo en ti me elevo
Al trono del Señor: oigo en las nubes
El eco de su voz; siento a la tierra
Escucharle y temblar. Ferviente lloro
Desciende por mis pálidas mejillas,
Y su alta majestad trémulo adoro.
EN UNA
TEMPESTAD
6. El tono del poema es de reverencia
transformada en éxtasis: gozo
sublime que lleva al poeta a un
encuentro inefable con Dios en
medio de la tempestad, por
inspiración de ella.
“En una Tempestad
7. Análisis de la obra:
•Estrofas de distinta extensión.
•La mayoría de los versos son endecasílabos y
heptasílabos.
•Forma poética llamada silva: versos endecasílabos y
heptasílabos distribuidos como quiera el autor.
“En una Tempestad
8. •Rima irregular, versos libres.
•Tema: Éxtasis y epifanías. El poeta expresa
asombro hacia la naturaleza. La realidad humana
resulta pequeña ante la grandeza de las fuerzas
naturales ( el huracán lo llama gigante de los aires,
la lluvia que cae en torrentes, la tormenta).
•El poeta refleja los estados de ánimo con aspectos
de la naturaleza, sentimiento que lo eleva al trono
del señor (Dios). Tiembla y al mismo tiempo adora
a Dios.
Análisis de la obra:
“En una Tempestad
9. •La tormenta lo eleva a una unión mística con
Dios.
•Hay un caos en la naturaleza como en sus
sentimientos que se complementan con el
amor a Dios.
•Presencia del “yo poético” para expresar el
asombro que siente hacia la naturaleza.
Ej: "Huracán, huracán, venir te siento".
Análisis de la obra:
“En una Tempestad
10. • "En UnaTempestad" es una lluvia de sentimientos
hacia el poder de la naturaleza. José María Heredia
deja muy bien planteado que un huracán también
puede significar algo positivo ya que el hablante
siente que el huracán es un medio por el cual el Señor
habla con él.
Análisis de la obra:
“En una Tempestad
12. •El poeta transforma todo su admiración por la
naturaleza en éxtasis, gozo que lo lleva a un
encuentro con Dios en medio de la tempestad.
Eleva la tempestad como Dios y al poeta como
ser humano en la tierra.
Análisis de la obra:
“En una Tempestad
13. •Compara la tormenta con un toro.
•El sol es un disco nublado que vierte luz fúnebre
y sombría.
•Los montes retumban, los bosques responden (
los vientos).
•El poeta crea un ambiente casi irreal para
describir la llegada de la tempestad. Como esta
arrasa con todo lo que encuentra a su paso. Es
tal la emoción que siente ante este fenómeno
natural que solo se compara con Dios.
Análisis de la obra:
“En una Tempestad
14. •El poeta desarrolla una relación estrecha entre
él, su estado de ánimo y la tempestad. En su
encuentro con la tempestad olvida todo lo que
le rodea. ( “mundo vil y miserable olvido”) ( su
vida de exilio y lejanía de su patria) (“alza la
frente, de delicia lleno!”)
Análisis de la obra:
“En una Tempestad
15. •El la voz poética llora de emoción y placer por
el reogocijo que le causa el encuentro con la
naturaleza de su patria. ( “desciende por mis
pálidas mejillas, y su alta majestad trémulo
adoro”).
•Heredia se inspira en la naturaleza, en sus
aspectos prodigiosos o sublimes, uniendo el
espíritu con lo natural. Ensalza lo natural, lo
espontáneo, la imaginación sobre la razón, lo
fantástico sobre lo real.
Análisis de la obra:
“En una Tempestad
16. Podríamos afirmar que la obra es una epifanía. Una
epifanía es una experiencia cumbre durante la
manifestación física de una deidad.
• “ En una tempestad” el autor tiene una epifanía
cuando enfrenta cara a cara el poder del Señor
durante el huracán.
• “Yo en ti me elevo/ al trono del Señor “.
• “ Ferviente lloro/ desciende por mis pálidas
mejillas, y su alta majestad trémulo adoro.”
Análisis de la obra:
“En una Tempestad
17. •En “En una tempestad”, posría interpretarse
que el huracán representa implícita, o
indirectamente, la posibilidad de una
revolución cubana de liberación.
•En el poema, los vientos del huracán son
comparados, metonímicamente, al aliento del
Señor. Al fin del poema, el terror ante el
huracán se convierte en la experiencia
“sublime” de la presencia de Dios.
Análisis de la obra:
“En una Tempestad
18. •La tempestad al principio era algo aterrador que
sólo dejaba destrucción pero al final cambia el
tono haciendo parecer la tempestad como
“sublime” que lo hace ser un ser superior por
estar cerca de Dios. El poeta deja de temerle a
todo lo que antes le temía. Es la tempestad la
que lo separa del mundo que lo rodea y al que
él llama “mundo vil y miserable”.
•Siente placer y éxtasis apoderandose de él el
llanto.
Análisis de la obra:
“En una Tempestad
19. •La tempestad como parte de la naturaleza y
Dios como lo divino y creador del mundo.
•Su vida era una tempestad de pasiones hasta
que encuentra a Dios y siente su propia
liberación.
Análisis de la obra:
“En una Tempestad
20. • Metáfora: el toro, que representa al huracán, a fin de trasmitir su poder,
su braveza y su capacidad de infundir terror
• Personificación: «le oyen los bosques, y a su voz responden» para
representar al huracán como un ente vivo capaz de expresión
• Apócope: La Apócope es una figura retórica que consiste en la eliminación de
algún sonido al final de una palabra. «¿dó estáis?» por «¿dónde estáis?»
para ajustarse a la métrica del poema
• Repetición: consiste en la repetición de palabras o de otros recursos
expresivos. «Huracán, huracán» para insistir en el huracán como pieza
central del poema
• Apóstrofe: interrumpir brevemente el discurso para invocar con vehemencia
a seres reales o imaginarios «¡Ved!» para llamar la atención
• Reduplicación: repetición de las mismas palabras en la misma frase o
verso. Huracán, huracán, venir te siento
Análisis de la obra:
“En una Tempestad
21. • Metonimia: designar una cosa o idea con el nombre de otra con la
cual existe una relación de dependencia o causalidad (causa-efecto,
contenedor-contenido, autor-obra, símbolo-significado, etc.) En el
poema los vientos del huracán son comparados al aliento del Señor.
• Asíndeton: eliminar intencionadamente los nexos o conjunciones que
unen los elementos sintácticos entre palabras,
sintagmas, proposiciones u oraciones «Cielo, nubes, colinas, caro
bosque» para insistir en la multiplicidad de elementos naturales en
el entorno de la voz poética
• Hipérbaton: alterar el orden lógico de las palabras de una oración «El
suelo escarban/de insoportable ardor sus pies heridos» para
ajustarse al ritmo y lograr la rima con «bramidos»
• Enumeración: consiste en la acumulación de palabras. «
silencioso, tremendo, irresistible » / « cielo, nubes, colinas, caro
bosque »
Análisis de la obra:
“En una Tempestad
22. • Personificación ("Los pajarillos tiemblan y se esconden“)
Expresa el respeto que siente por el poder de la naturaleza
( lejanos montes retumbando).
Análisis de la obra:
“En una Tempestad
23. «En una tempestad» es un ejemplo de poesía lírica. En la poesía
lírica, el poeta manifiesta sus sentimientos mediante una voz o
«yo poético», por lo que el discurso es subjetivo y es el resultado
de la interpretación emotiva de la realidad por parte de ese yo
poético. En un poema lírico, el yo poético se manifiesta ya sea por
medio de pronombres personales (explícitos o elididos),
posesivos y formas verbales. En algunas ocasiones aparece un «tú
receptor» (uno o varios), que se manifiesta de las mismas
maneras y que siempre implica la existencia de un yo emisor del
enunciado. Lee atentamente «En una tempestad» e identifica al
yo poético así como a quién o quiénes se dirige a lo largo del
poema; incluye el título en tu análisis. Por último, presta atención
a la última estrofa: identifica a la tercera persona y explica qué
relación se establece entre el yo, el tú y el él.
Análisis de la obra:
“En una Tempestad
24. • En primer lugar, se manifiesta ya desde los primeros
versos mediante pronombres, verbos y adjetivos: «venir
te siento», «respiro entusiasmado», y más adelante
«cuanto alcanzo a mirar», «os busco en vano», «el
huracán y yo solos estamos», «Yo en ti me elevo»
• El yo poético se dirige primero al huracán: «venir te
siento», «tu soplo abrasado»; luego a sus semejantes:
«vedle rodar», «¿Al toro no miráis?», «¿No le veis?»; y
luego vuelve a dirigirse al huracán: «¡Gigante de los aires,
te saludo!». Más adelante, le habla al mundo: «Cielo,
nubes, colinas, caro bosque,/¿dó estáis? ...os busco en
vano./Desaparecisteis»; y luego: «mundo fatal, nos
separamos».
Análisis de la obra:
“En una Tempestad
25. • Finalmente, el poeta se dirige a la tempestad misma: «¡Cómo en tu
seno,/de tu solemne inspiración henchido», «Yo en ti me elevo».
• La presencia del yo también se manifiesta indirectamente en el título del
poema, puesto que la preposición «en» del título sugiere que el poema
no será simplemente la descripción de una tempestad, sino más bien la
percepción de alguien o algo que está en una tempestad.
• En la última estrofa, la tercera persona es el Señor, que se manifiesta así:
«al trono del Señor», «el eco de su voz», «escucharle y temblar», «su
alta majestad». El yo poético se dirige a la tempestad, que actúa de
intermediaria para que aquél alcance a Dios.
Análisis de la obra:
“En una Tempestad
26. • Finalmente, el poeta se dirige a la tempestad misma: «¡Cómo
en tu seno,/de tu solemne inspiración henchido», «Yo en ti me
elevo».
• La presencia del yo también se manifiesta indirectamente en el
título del poema, puesto que la preposición «en» del título
sugiere que el poema no será simplemente la descripción de
una tempestad, sino más bien la percepción de alguien o algo
que está en una tempestad.
• En la última estrofa, la tercera persona es el Señor, que se
manifiesta así: «al trono del Señor», «el eco de su voz»,
«escucharle y temblar», «su alta majestad». El yo poético se
dirige a la tempestad, que actúa de intermediaria para que
aquél alcance a Dios.
Análisis de la obra:
“En una Tempestad
27. Se considera que José María Heredia fue un precursor del
romanticismo en las letras hispanoamericanas. Una de las
características de la poesía romántica es la descripción de la
naturaleza o el entorno para crear una atmósfera que sugiera
sentimientos particulares.Vuelve a leer el poema «En una
tempestad» y explica cómo el uso del color y las tonalidades
influyen en la creación de una atmósfera específica, qué tipo de
sentimientos o emociones evoca ese cromatismo y cómo se
relacionan con el espíritu del romanticismo de la época.
Análisis de la obra:
“En una Tempestad
28. • El poema intenta mostrar por medio del lenguaje cómo
percibe el paisaje el yo poético cuando estalla una
tempestad. Para eso, el poeta elige describir tonalidades
opacas y oscuras. La luz abandona el paisaje ya en la
tercera estrofa, cuando dice que el sol se tapa y su «disco
nublado sólo vierte/luz fúnebre y sombría», para luego
comparar el color de esa luz con el velo de la muerte. Esta
coloración combinada con el silencio y la suspensión
presentados en las estrofas anteriores sirve para expresar
la tensa calma que se produce antes de las tormentas.
Luego la tempestad arremete y el poeta describe el
huracán con una «parda vestidura» que a su paso va
oscureciendo el paisaje hasta crear una «obscuridad
universal».
29. • Entonces un destello ilumina brevemente la escena: es un
rayo, pero de una luz «lívida», pálida. Enseguida se desata
la tormenta, que es «umbría», es decir, como la sombra,
que produce una «¡Oscuridad universal!». A partir de allí,
el protagonista olvida al mundo, y con él sus tonos Sólo en
los últimos versos volvemos a encontrar el color, y ese
color es de una intensidad mínima. Caen lágrimas por sus
«pálidas mejillas».
• La oscuridad y la alusión mortuoria que el poema asocia
explícitamente con ella—«luz fúnebre» y «velo de
muerte»—evocan sentimientos de pavor en la voz
poética, pero éstos son también sentimientos de
desborde y de excitación, pues no se trata de una
oscuridad reposada, sino de una inconstante, impetuosa y
totalizadora. Ambas dimensiones emotivas son
características del romanticismo.