El documento habla sobre Zaqueo, un publicano en la época de Jesús que era odiado y rechazado por la sociedad judía debido a su trabajo recolectando impuestos para los romanos. A pesar de ser pequeño de estatura y limitado, Zaqueo subió a un árbol para ver a Jesús cuando pasaba. Jesús lo notó y fue a comer a su casa, mostrando que nadie está excluido del amor y el llamado de Dios. El encuentro con Jesús cambió la vida de Zaqueo y le enseñó que nada
2. Nuestro presente
y la opinión de
las personas no
impiden ser
llamado por Dios
Luc 19:1-10
3. Trasfondo
La tierra de Israel estaba bajo el domino del
imperio romano desde al año 63 AC, dándole
ciertas libertades.
El imperio romano, para cubrir su gastos,
cobraba impuestos a todos los varones de los
países conquistados.
En Israel, para cobrar los impuestos, contrataban
judíos quienes cobraban a los judíos, llamados
publicanos.
4. En Isael consideraban a los
publicanos al nivel e los
pecadores, prostitutas y los
no judíos, casi como la
escoria de la sociedad.
Los publicanos estaban
excluidos de la vida civil y
religiosa de Israel, casi como
inexistentes en la sociedad
judía.
6. Limitantes en la vida de Zaqueo.
Para todos Zaqueo no tenia nada de
puro por causa de su trabajo.
Odiado y rechazado por todos los
judíos, por su relación con lo extranjero.
Pequeño de estatura.
7.
8. Impedimentos para ver a
Jesús: Las personas y su
tamaño.
Un limitante no
es para rendirse,
sino es la
oportunidad de
buscar nuevas
formas.
9. ¿En que se diferencian Jesús y
Zaqueo?
Jesús
quería
estar en
su casa.
Zaqueo
quería
ver a
Jesús.
12. Lo que nadie vio, ni siquiera el
mismo Zaqueo, Jesús vio en el
hijo de Abraham que se había
perdido y que fue encontrado.
13. NUESTRO ENCUENTRO
CON DIOS DIRECCIONA
NUESTRA VIDA AL
CUMPLIMIENTO DEL
ETERNO PROPOSITO,
NADA NI NADIE LO
PUEDE EVITAR.
Notas del editor
Det 8:14 entonces tu corazón se enorgullezca, y te olvides del SEÑOR tu Dios que te sacó de la tierra de Egipto de la casa de servidumbre.
Jn 1:35-42 DHH 5 Al día siguiente, Juan estaba allí otra vez con dos de sus seguidores. 36 Cuando vio pasar a Jesús, Juan dijo: —¡Miren, ése es el Cordero de Dios! 37 Los dos seguidores de Juan lo oyeron decir esto, y siguieron a Jesús. 38 Jesús se volvió, y al ver que lo seguían les preguntó: —¿Qué están buscando? Ellos dijeron: —Maestro, ¿dónde vives? 39 Jesús les contestó: —Vengan a verlo. Fueron, pues, y vieron dónde vivía, y pasaron con él el resto del día, porque ya eran como las cuatro de la tarde. 40 Uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús, era Andrés, hermano de Simón Pedro. 41 Al primero que Andrés se encontró fue a su hermano Simón, y le dijo: —Hemos encontrado al Mesías (que significa: Cristo). 42 Luego Andrés llevó a Simón a donde estaba Jesús; cuando Jesús lo vio, le dijo: —Tú eres Simón, hijo de Juan, pero tu nombre será Cefas (que significa: Pedro).