2. El pueblo de Israel, había vivido una historia
llena de opresiones y esclavitudes.
En esta situación de dominios e injusticias,
el pueblo esperaba la llegada de un personaje
que lo librara de la esclavitud.
El pueblo judío esperaba a un mesías
poderoso que le devolviera la libertad
perdida.
3. Jesús no se presenta como un mesías
triunfante, ni como un caudillo militar. No
hace uso de la fuerza, ni utiliza su poder para
convencer a los demás de que crean en él.
Nadie esperaba un mesías pobre y humilde;
y, mucho menos, que el mismo Dios se
hiciera presente en la historia de los
hombres.
4. Al llegar la plenitud de los tiempos en Belén,
la ciudad de David, nació Jesús. Su infancia y
juventud pasaron desapercibidas para sus
contemporáneos.
Cuando detuvieron a Juan el Bautista, Jesús
comenzó a proclamar la buena noticia de
Dios. Fue entonces cuando sus
contemporáneos comenzaron a conocer a
Jesus.
5. Al comienzo de su vida pública, Jesús llamó a
algunos para que lo siguieran.
Estos discípulos, escuchaban las enseñanzas
de Jesús y lo seguían como su maestro.
Desde el momento de su llamado, los
discípulos estan siempre con Jesús, son
testigos de lo que hace y dice. Jesús les
enseña e instruye y, paso a paso, los va
vinculando a su proyecto.
6. Entre los que ya son discípulos, Jesús elige a
algunos para ser apóstoles, concretamente de
doce.
A ellos los prepara de una manera especial
porque van a ser los encargados de transmitir
lo bueno a todo el mundo. Después de su
muerte u resurrección, los envía como
misioneros con el mandato de ir por todo el
mundo a anunciar la buena noticia.