La energía solar puede aprovecharse para generar calor o electricidad. Para generar calor se usan sistemas de baja, media y alta temperatura con paneles, espejos u hornos solares. Las celdas fotovoltaicas convierten la luz solar en electricidad y se usan en módulos, paneles y sistemas aislados o conectados a la red eléctrica. México tiene un alto potencial para la energía solar debido a su radiación e instalaciones en el norte, aunque requiere gran inversión inicial.