Este documento discute cómo la tecnología puede estar convirtiendo a las personas en seres más ignorantes e irónicamente desconectados. Aunque la tecnología nos permite estar más conectados, también nos ha inundado de exceso de información que dificulta distinguir lo importante de lo banal. Esto, junto con la necesidad constante de estar frente a pantallas electrónicas, ha provocado que las personas tengan dificultad para interactuar sin tecnología e incluso la llevan consigo cuando intentan salir de su zona de confort.