1. ENTRE EL OBSERVAR Y LO NATURAL
Citas Relevantes de “Sobre la Observación” Fabio Cruz
[ El hombre está irremediablemente llamado y obligado a hacer y rehacer el mundo. Vale decir a re-
inventarlo una y otra vez (nótese que etimológicamente la palabra invento tiene que ver con “ventura”,
y consecuentemente con “aventura”).
Y esta urgencia y obligación, puede cumplirla porque tiene la posibilidad de ver el mundo, su mundo,
siempre de nuevo, de verlo como por primera vez (“Ver” está tomado en sentido amplio; tal vez
podría hablarse de “percibir”).
Tenemos entonces que este medio que nos envuelve, y donde trascurre nuestra vida, aparentemente
tan concreto y objetivo, no es tal. Depende de nuestra “mirada” y de nuestro “punto de vista”, para
mostrarse y revelarse según rasgos y connotaciones profundamente diferentes.
“Observar” sería entonces esa actividad del espíritu (y del cuerpo) que nos permite acceder, una y
otra vez, a una nueva, inédita, visión de la realidad. ]
[ La realización de un croquis obliga necesariamente a elegir cada vez, vale decir ABSTRAER, de
entre las infinitas connotaciones luminosas que tenemos delante sólo algunas, comparativamente
poquísimas.
Elegir por donde comenzar a recoger, elegir un primer rasgo, y luego otro y otro. Elegir el tipo de
línea capaz de interpretar cada rasgo (su espesor, su intensidad, su grado de continuidad…). Elegir,
elegir, elegir cada vez y cientos de veces. Y decidir también donde y cuando detenerse (como diría
Picasso).
¿Pero en función de qué se elige y abstrae?
Es necesario haber descubierto una cierta ESTRUCTURA ordenadora en esa infinidad de
connotaciones. Esta estructura es algo que en alguna medida está ahí, pero oculta; y yo debo
descubrirla. Dicho de otra manera, yo le impongo una estructura a aquello que estoy mirando. Se
trata de un acto profundamente asertivo y poético. Se trata de un hecho constructivo e inédito.]
[ La aparición de la palabra que nombra, hace que aquellas cosas y aspectos que el croquis va
recogiendo cobren existencia, y salgan del mundo homogéneo de las posibilidades (el caos). A partir
de estos nombres, ya se puede comenzar a pensar; esa suerte de juego combinatorio algebraico
que se retroalimente y se multiplica.]
Citas Texto “La improvisación” de Alberto Cruz:
[ A pesar de que nuestro país es de cerros, todas las ciudades se comenzaron a construir en el valle,
incluso nuestro puerto comenzó a construirse en el valle. Pero ya ha subido a los carros. Y resulta
que es inhabitual; es una ciudad que se ve; es una ciudad que se mira así misma. Es una ciudad
que porque se mira a sí misma, hace al ojo ver. Es una ciudad que se presta para verla, que se
ofrece a que se la mire. Podemos salir a la ciudad a verla, podemos recorrer sus calles, podemos
penetrar a su interior, podemos mirar lo que ocurre en ellos para ver lo que es vivir, para acercarnos
a lo más profundo de la vida que es la intimidad.]
[Porque lo que hay que considerar es esto; es esta gratuidad que forma el momento presente. Porque
comprender y sentirse viendo la intimidad y encontrando el rostro de esa intimidad en el espacio es
una gratuidad y es una alegría. Cuando se termina un trabajo los alumnos tienen que arreglar la
2. clase, porque están estudiando arquitectura y no se puede entregar un proyecto en la casa así no
más. Se arregla ella entera. Y hay tiempo, y hay energía y hay gana y no se pone nota por eso.
Naturalmente que no estoy hablando de un paraíso; estoy hablando con todas las heridas y con
todas las demás cosas. No estamos en ningún paraíso. Casi lo mismo que decimos de Valparaíso;
bajo este cielo tan hermoso, estos actos tan opacos. Llevamos entonces una vida colectiva. ¿Y qué
surge en esta vida colectiva? Surge esto: la palabra. La palabra.]
[Es tener fe en la materia que se está mirando, que no se ha agotado, primero que no ha visto nada
y que cada vez se puede ver más. ¿Y qué es tener fe? ¿En que uno cada vez puede tener más? Es
el comienzo de la vocación. Por eso nuestra escuela plantea los planes de estudio. Todo el tiempo
de la escuela es tiempo de sembrar. Después que se sale de ella viene la cosecha que hace cada
cual. Las obras que hace cada cual que ha estudiado en la Universidad, no sólo dependen de los
estudios y no sólo dependen de lo que ha sido mostrado en ella, sino que también dependen de la
vida que se lleve afuera, de la vida que lleve el que obra.]
[La Universidad, entonces, se forma con este tiempo presente y la arquitectura puede formarlo
porque ella está siempre, a juicio nuestro, destinada, ansiosa de demostrar la intimidad en su faz, en
su rostro en el espacio, en un momento para constituir presente, para constituir un tiempo presente.]
[Una vez nosotros tuvimos una generación que estudiaba en una ciudad, renunció a esa ciudad y se
fue a estudiar con nosotros. Trabajaban bien; a mí no me importa que pasaran de curso, pero había
en la Universidad una fuerza; después, cuando uno se sale, tiene que estar construyendo esta fuerza
que decimos que es la construcción del tiempo presente. Como tal, las decisiones son ahora, no son
para el día de mañana, esto no se puede. Creemos que lo que siempre está desconocido es el
momento presente.]
3. El hombre crea mundo por medio de la visión y los demás sentidos, pero principalmente se le da
énfasis a la visión, al observar detenidamente, dejando a los demás sentidos por una parte cegados,
ya que tendemos a concentrar nuestra atención a lo que vemos y no tanto a lo que sentimos o
escuchamos cuando estamos observando algo. En ese observar algo existe la inherente capacidad
de observar sin limite de tiempo las características físicas del elemento observado. Desde ese
elemento observado se desprende una serie de relaciones que posee con lo que lo rodea y de esta
manera nos provoca sentido que tenga cierta característica apreciable en el momento. Tratándose
principalmente la textura o la “sensación visual”, que nos da en cierto aspecto el objeto de
observación. Lo cual nos hace caer en la cuenta de la relación que posee con su entorno. Por ejemplo
luego de un día lluvioso, una planta está mojada o conserva algunas mínimas gotas. ¿Qué pasa si
no sabemos que llovió el día anterior? Porque puede ser que podríamos no haber estado en el lugar
donde llovió, posiblemente debido a un desplazamiento reciente hacia ese lugar. Por tanto, ¿Cómo
sabemos que llovió el día anterior, y si efectivamente llovió sobre aquella planta? Por el hecho de
que está mojada y conserva unas gotas de la última vez que llovió, y quizá podemos determinar en
ese mismo instante mirando hacia la proximidad de ese fenómeno, si existen charcos o agua, o que
el piso esté húmedo. Esto último igual nos da una capacidad de juicio y percibimos cuanto fue la
cantidad de lluvia en base a su fuerza, por los rastros que dejó, además del tiempo desde que ha
dejado de llover. En un fenómeno óptico nos aventuramos a buscar las cosas que conforman nuestra
manera de ver las cosas, en base a nuestras experiencias anteriores y conocimiento, nosotros
ordenamos ese conocimiento debido a nuestra capacidad de poder hacer juicio en base a la
observación detenida. En este proceso mental es donde llevamos los conceptos que observamos a
ideas, las cuales, como plantea platón, no se degradan. Quizá se nos olvidan, pero nuestra memoria
visual y motora trabajan en conjunto en ese proceso a través de dibujo, para plasmar para siempre
en nuestra memoria la escena que aconteció en ese momento, el presente. ¿Presente? Estar
presente, gracias a la capacidad de poder obviar nuestros demás pensamientos y focalizarnos en
las cosas que están allí y ahora podemos hacer un borrón y cuenta nueva de los procesos mentales
complejos para dejarnos llevar por medio de la vista, principalmente pero sin obviar los demás
sentidos, para ver nuevamente las cosas como si se tratase de una primera vez. Y esta primera vez,
retomando la idea, observamos le decimos a nuestro organismo que hacer, que pensar, pero no
queda a nuestra disposición lo que observamos, por la incapacidad que tenemos de hacer cambios
en los procesos de la naturaleza. Ya que somos humanos, y no dioses. No decidimos por la
naturaleza, ella es una fuerza autónoma dependiendo y desarrollada. A la cual nosotros hemos a lo
largo de los años de evolución y conocimiento otorgado nombre. A propósito de nombre, el nombrar,
algo crítico en nuestra formación ha sido el acto de nombrar las cosas. Éste nombrar es personal,
pero a la vez toca el conocimiento general, que se cruza con lo sensible de la vista y experiencia,
para formar la “observación” en el croquis, en lo que plasmamos. Es nuestra manera de lograr dar
existencia a las cosas desde nuestro proceso mental, y la escribimos para que exista en conjunto
con el fenómeno observado. De esta manera logramos hacer una composición. Esa composición
4. logra tener cabida en el mundo, gracias a que la hemos hecho existir por medio del nombrar y obrar
a través del dibujo. Elegimos, ya que todos tenemos una manera de nombrar las cosas, y es tan
personal, que se ve en un constante debate entre lo que conocemos, desconocemos y el
conocimiento general.
Para nuestra manera de ver lo observado, aquello desconocido, que sabemos, pero a la vez
desconocemos. ¿Por qué? Conocemos, pero confiamos en nuestra capacidad de desconocer lo ya
conocido para dar lugar a lo no-existente. En aquello desconocido se encuentra una manera oculta,
que nosotros desde nuestra capacidad de ver podemos descubrir para nosotros mismo y darle un
sentido, para así por medio del dibujo y la palabra, poder nombrarla, de ésta forma, existiendo.
Elegimos, tomamos decisiones, en base a nuestra capacidad de componer y ver, reflexionar y pensar
en base a lo visto. Desde todo ese proceso mental y motor, se puede decir que estamos en presencia,
en presente, de una observación.